Chris Froome, lejos de su mejor nivel

Chris Froome tiene 35 años de edad. Foto: AFP

El Tour de Francia está lejos, muy lejos para Chris Froome. El británico, que se prepara para la próxima Vuelta a España en las carreteras italianas de la Tirreno-Adriático, preocupa por su estado de forma, máxime viendo cómo día tras día acaba muy lejos de los mejores.

¿Está Froome acabado para las grandes carreras? El cuatro veces ganador del Tour encajó con una sonrisa la pregunta planteada por la Gazzetta dello sport esta semana durante el primer día de descanso en la ‘Carrera de los dos mares’.

“Estoy firmemente convencido de lo contrario, y las opciones que he elegido lo demuestran”, replicó. El británico estimó incluso que le quedan “varios años de ciclismo por delante”, con el maillot del Israël-Start up Nation, el equipo para el que correrá a partir de la próxima temporada.

Sin embargo, cada día que pasa en la Tirreno-Adriático las dudas se agrandan. Un compañero modélico, al que no se le caen los anillos por ir a buscar los botellines para sus colegas, hasta el punto que lo publica para que lo vean su millón y medio de seguidores. Un corredor casi anónimo al servicio de su líder Geraint Thomas, pero que deja de verse en cuando la carretera se empina. Ese es el día a día de Froome en el recorrido que une el mar Tirreno y el Adriático.

‘No como estaba previsto’

A dos días del final y después de las etapas de montaña que le habrían permitido reivindicarse, se halla en el puesto 106 de la general, a cerca de una hora del líder Simon Yates.

El miércoles, se “hundió” en el muro de Poggio Murella, una dificultad corta pero severa muy del gusto del ‘Pirata’ Marco Pantani. Balance: 18 minutos de retraso en meta.

El jueves, desapareció en la última dificultad de día, terminando a más de diez minutos del ganador de la etapa.

Y el viernes, día de la etapa reina en montaña, con llegada en alto, cruzó la línea de meta junto a los últimos del pelotón, en el puesto 150, media hora después de la llegada del ganador, y con la ceremonia del podio ya concluida.

Y además sufrió una caída, pero sin consecuencias: un “pequeño accidente en una curva”, pero que no le impidió regresar con un simple “cambio de bicicleta”, según su equipo.

Pero Froome conserva el ánimo, y el viernes acompaño con un emoticono sonriente su tuit: “El día no fue exactamente como estaba previsto, pero voy bien. Mañana de nuevo”.

Es cierto que Froome llegó a Italia sin mayor ambición que rodar para su jefe de filas Geraint Thomas, y para preparar la Vuelta a España (20 de octubre - 8 de noviembre). Pero con actuaciones así, ¿el potente Ineos lo mantendrá como principal opción para la Vuelta?

“Carrera ideal”

El Ineos descartó a Froome y a Thomas para apostar por el colombiano Egan Bernal: “Soy el primero en reconocer que no estaba aún al nivel en el que debería estar”, reconoció el británico de 35 años en su entrevista con el periódico de las páginas rosas.

Poco más de un año después de su grave caída en el Dauphiné 2019 que le provocó múltiples fracturas (vértebra cervical, cadera, fémur, codo, costillas...), ya se le vio lejos de su nivel en agosto en el Tour de l’Ain (41º en la general final) y en el Dauphiné (71º).

Pero “Froomey” no dudó en calificar la Tirreno-Adriático como la “carrera ideal” para reencontrar el ritmo, con sus ocho etapas variadas, con llano, montaña, y la crono final el lunes.

Un menú variado en la ‘Carrera de los dos Mares’ que se le atragantó al británico, quien afirma que quiere “dar lo mejor” este otoño en su adiós al Ineos, y llegar con optimismo al Israël-SN en 2021.

Su nueva formación le envía sus deseos de “éxito”, pero rechaza pronunciarse sobre sus actuaciones recientes: “Chris Froome es un corredor del Ineos hasta el 1 de enero”, afirmó un portavoz.