Para que Atlético Nacional continúe con vida en la Copa Libertadores deberá, mínimo, igualar la serie 2-0 ante Atlético Tucumán, una misión difícil pero no imposible, porque en los últimos años ya ha logrado remontar situaciones similares.
El problema es que el duelo ante Alianza Petrolera, en el que regresó el técnico Jorge Almirón, después de la sanción de dos semanas que recibió, se había tomado como una prueba para intentar representar un escenario similar al duelo con el club argentino.
En ataque, Nacional cumplió con tres anotaciones, las necesarias para poder remontar cualquier serie, pero en los últimos 10 minutos permitió dos goles de Petrolera y si eso se repite mañana (7:45 p.m.), el conjunto antioqueño se arriesga a quedar eliminado de su principal objetivo.
“Se nos complicó al final, no nos habían llegado y lamentablemente el fútbol tiene estas cosas raras. Genera confianza el poder convertir pero va a ser otro partido el martes y ojalá no suceda el mismo accidente, porque en ataque hicimos muy buen partido”, dijo el entrenador en rueda de prensa.
“Quedó la sensación del 3-2 final, pero en general habíamos sido muy superiores durante los 90 minutos y tuvimos para el 4-0”.
La única duda para el duelo de mañana es Felipe Aguilar, quien salió golpeado ante el equipo aliancista, pero Almirón dio un parte de tranquilidad y dijo que va a jugar.
“Es un jugador fundamental, tiene que jugar, es joven y fuerte y va a llegar bien, porque tenemos un gran cuerpo médico”.
Aunque uno de los defectos del proceso Almirón ha sido el bajo promedio de gol (1.2 por juego), en la actual Libertadores, el club ya ha logrado marcadores abultados.
Los logró ante Delfín (4-0) y Bolívar (4-1). A estos resultados se suma que en el Atanasio solo recibió un gol durante la primera ronda. Así que es el conjunto verde el que tiene la respuesta a si será, o no, posible la remontada.