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Superar los momentos difíciles en la vida y en su carrera ha sido una constante para Sebastián Gómez, jugador que a base de perseverancia, paciencia y trabajo se ganó un lugar importante entre la hinchada de Nacional.
Se crió en el barrio Andalucía La Francia, Comuna 2 de Medellín, y sus compañeros lo definen como un muchacho sencillo y disciplinado.
Inició su carrera con Leones en 2016. Allí sumó 10 partidos en su primera temporada. En 2017 se consolidó en el club felino y alcanzó 3.242 minutos, equivalentes a 37 juegos y, además, marcó 6 anotaciones.
En 2018 continuó su ascenso con 38 apariciones y 7 tantos. Fue cuando Nacional puso sus ojos en él y concretó su llegada. En enero de 2019 se mostró en el torneo Fox Sports. Allí descrestó al extécnico verde Paulo Autuori, quien le dio la confianza para ganarse un lugar.
Después llegó Juan Carlos Osorio y durante el segundo semestre de 2019 tuvo poca participación. Sin embargo, este año lo inició con pie derecho, porque el entrenador quiso recuperar el protagonismo del jugador antioqueño y, por eso, junto a Daniel Muñoz, le dio más oportunidades hasta que llegó la pandemia.
Ahora, regresó a los entrenamientos en medio de la alegría de ser papá. Hace menos de un mes, junto con su esposa María Camila, recibió a su primogénito Liam Joel.
En un video difundido por Nacional, Sebastián habló de lo que ha significado esta vuelta a las canchas.
“Sabemos que esto es paso a paso, queremos estar unidos y en grupo, pero esta especie de pretemporada nos va a servir mucho para lo que va a ser la reanudación de la Liga”.
Dijo que le hacía falta vestir el uniforme de Nacional y ponerse los guayos. “Es gratificante poder ver y estar con los compañeros, así no sea de cerca, a la distancia. Además es especial sentir el césped y tocar el balón”.
Gómez contó también cuáles son los trabajos que están haciendo durante estos días en una jornada de entrenamiento.
“La cancha está dividida para la cantidad de jugadores que se requiere, llegamos y hacemos calentamiento, después un bloque de fueza, de ahí nos toca hacer trabajos técnicos con la pelota, parecido a lo que hacíamos cuando éramos niños en las escuelas de fútbol, ejercicios que nos ayudan a mejorar en la parte técnica. Finalmente, culminamos con un trabajo físico”.
Al igual que el cuerpo técnico y sus compañeros, tiene la ilusión de levantar el único trofeo continental que le falta al club: la Copa Sudamericana.
“Ilusiona mucho saber que ya hay una fecha para el regreso de este torneo (27 de octubre). Esperamos estar a punto para lo que se viene”.
A sus 24 años dice que disfruta mucho el rol de ser papá.
“Aprendo cada día de mi hijo y es una motivación más para entrenar y mejorar como jugador y persona” .