En menos de 24 horas, Atlético Nacional, Santa Fe y Junior tuvieron dos compromisos importantes, la Copa Libertadores y el torneo local, lo que ha sido calificado por los técnicos de los equipos afectados y por otros entrenadores como algo inhumano y arbitrario.
Tras el partido ante Junior, por la Liga Águila-1 que empató Nacional 1-1, el técnico Jorge Almirón fue consultado si jugar 24 horas después de Copa influia en el resultado y el entrenador respondió, que aunque los jugadores se entregaron al máximo y dieron lo mejor, jugar en estas condiciones si afecta bastante.
“Esto le hace mal al espectáculo, porque se podía haber jugado de otra manera, ellos (Junior) también tienen un partido importante en menos de 24 horas y es inhumano lo que estamos viviendo, se nota que quienes programan los partidos nunca jugaron fútbol, y bueno si me dices que esto es un negocio, pues también habría que entrar a definir que se quiere, porque este tipo de cosas afectan el prestigio del fútbol, si no se dan las condiciones para un buen juego no hay buen espectáculo”, concluyó.
Pero las criticas a la Dimayor van más allá, pues preparadores físicos y médicos consultados, argumentan que, los deportistas de alto rendimiento necesitan un tiempo prudente para recuperarse, ya que al no darse el tiempo ideal para la recuperación los jugadores pueden estar expuestos a lesiones principalmente musculares, como contracturas, desgarros y lesiones articulares como esguinces, por que el músculo no es capaz de hacer una estabilización de la articulación por el poco tiempo.
Eso unido a la crítica que técnicos como Almirón y Gerardo Pelusso del Deportivo Cali, quienes han manifestado que se está poniendo en riesgo no solo la salud del deportista sino la calidad en el espectáculo y eso no es bueno para el fútbol.
Pelusso, durante rueda de prensa en Cali manifestó: “A nosotros nos tocó vivir esa situación en el año 2015 (cuando dirigía a Santa Fe en Copa Sudamericana). Tuvimos un semestre muy cargado, jugamos 42 partidos en 150 días, lo que nos dio un promedio de 3.5, es decir cada tres días y medio jugábamos un compromiso durante cinco meses sin parar, eso es inhumano”.
En redes sociales, los hinchas y varias personas del fútbol han criticado la falta de equidad para la toma de determinaciones, ya que se exige a unos clubes jugar con 24 horas de diferencia dos torneos importantes, sin pensar en la afectación que se puede generar.
