Seis tarjetas rojas para Nacional en lo que va del semestre y la suspensión de dos meses que tuvo el técnico Juan Carlos Osorio no son situaciones normales para un equipo con su filosofía.
Las expulsiones verdolagas en el actual proceso comenzaron el 24 de julio cuando el lateral Juan Sebastián Cabal vio la roja y el técnico Osorio fue sancionado (dos meses fuera de las canchas). Después, el 29 de julio, el turno llegó para el defensor Cristian Moya, que salió ante Jaguares. Continuaron, el 19 de agosto, otra vez con el lateral Cabal frente al Unión Magdalena. El pasado 3 de octubre, ante Alianza Petrolera, les tocó a Cristian Mafla y Juan Pablo “El Indio” Ramírez, y en el partido de este domingo, contra Junior, fue Brayan Rovira el afectado.
Frente a Alianza, Osorio habló en la rueda de prensa de lo perjudiciales que eran estas situaciones.
“La irresponsabilidad y lo inapropiado de un jugador nuestro nos puso en desventaja”. Sin embargo, Rovira, al parecer, hizo caso omiso a estas palabras y repitió el episodio ante Junior. Esa desventaja la aprovechó el club visitante para ganar el partido 1-0.
El tema preocupa al entrenador risaraldense porque, según él, es una situación contraria a la que se trabaja en los entrenamientos. “Realmente no le encuentro una explicación lógica. Acá en Nacional propendemos por el juego limpio, nunca les permitimos patadas en los entrenamientos”, dijo Osorio.
Aunque la sanción a Rovira no tendría efecto inmediato, debido a que el verde tiene tres jugadores en la Selección Colombia (Aldair Quintana en la de mayores, y Juan Pablo Ramírez y Andrés Reyes en la sub-23), no está claro si el técnico lo usará en los partidos de este jueves ante Patriotas y el domingo con Rionegro.
Lo que sí es un hecho es que deberán trabajar para corregir las expulsiones que perjudican el plan de juego.
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