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Pasar el Valle de la Muerte requiere cerebro y estilo: los seis antioqueños detrás de esta peligrosa aventura

Adriana Restrepo, quien ideó la estrategia y diseñó la ruta de los miembros de BlackRiver para The Speed Project, es diseñadora de modas. Fue profe en la U de M.

  • Los deportistas David Rojas, Manuel Agudelo, Alejandra Correa, Adriana Restrepo, Pablo Machado y Santiago Agudelo (no está en la foto) son BlackRiver. Les espera un gran reto. FOTO Carlos velásquez
    Los deportistas David Rojas, Manuel Agudelo, Alejandra Correa, Adriana Restrepo, Pablo Machado y Santiago Agudelo (no está en la foto) son BlackRiver. Les espera un gran reto. FOTO Carlos velásquez
  • Pasar el Valle de la Muerte requiere cerebro y estilo: los seis antioqueños detrás de esta peligrosa aventura
  • Pasar el Valle de la Muerte requiere cerebro y estilo: los seis antioqueños detrás de esta peligrosa aventura
24 de marzo de 2023
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Los seis antioqueños que decidieron participar en la carrera The Speed Project, este fin de semana, una competencia de 500 kilómetros en la que tienen que cruzar el Valle de la Muerte, ubicado entre Santa Clara y Los Ángeles, California, en Estados Unidos, lo hicieron siguiendo la estrategia y ruta que planeó Adriana Restrepo, el cerebro del equipo BlackRiver.

“La carrera originalmente consta de una ruta de 545 kilómetros, pero como no tiene reglas, entonces cada equipo puede armar su ruta. Nosotros nos vamos por unas calles llenas de arenilla, piedra, eso es lo que queremos hacer”, aseguró Restrepo, quien es consciente de que en el terreno pueden cambiar algunos planes al enfrentarse a tierras que solo conocen en el papel.

Pero ella, que es una mujer con carácter, está lista para tomar las decisiones necesarias para que el grupo pueda cruzar la meta en el menor tiempo posible. Adriana es delgada, tiene el cabello rojo y es una mujer aventurera, atrevida. Tiene 38 años y ha vivido en Medellín, Bogotá, Honduras, Inglaterra y Rionegro.

Es diseñadora de modas, mamá y atleta. Tiene dos hijos. Uno de 18 años y el otro de cuatro. Ambos la apoyan en todos los proyectos que decide emprender, sin importar que sea una locura como la de atravesar un desierto.

Restrepo empezó a correr en 2010, cuando vivía en Honduras. “Lo hice para dejar de rumbear tanto, pero con el paso del tiempo me fue gustando más y en 2015 empecé a pensar en correr mi primera maratón”.

Para ese momento vivía en Londres. Allá participó en su primera carrera de largo aliento. Vivió en territorio británico hasta 2020, cuando decidió volver a su tierra natal y se radicó en Rionegro. En el oriente antioqueño se encontró con Manuel Agudelo, su primer entrenador y la persona que la convenció de participar en The Speed Project. “Este proceso ha sido algo maravilloso”.

Fue profesora de Diseño de Modas en la Universidad de Medellín hasta diciembre de 2022. Dictaba la clases de diseño conceptual. Después decidió darse un respiro. Ahora trabaja como independiente con una marca de ropa deportiva para correr.

“Ella es una de las personas en las que más confiamos. Hizo un trabajo muy duro de sentarse a mirar todas las rutas posibles en la prueba, las que habían hecho corredores en otros años y ahí diseñó nuestro recorrido”, comentó Alejandra Correa, amiga de Adriana y la otra mujer que hace parte de BlackRiver.

Ellas, sin sentir miedo, pero con la incertidumbre de no saber a qué se iban a enfrentar, decidieron vivir la locura de atravesar el Valle de la Muerte, aún sabiendo que podía ser un viaje sin retorno.

Pablo, el comerciante que corre por sus sueños

Pasar el Valle de la Muerte requiere cerebro y estilo: los seis antioqueños detrás de esta peligrosa aventura

Pablo Machado es una persona enérgica. Todo el tiempo habla con la propiedad que tiene los comerciantes; es uno de los mejores corredores que tiene el equipo BlackRiver. Es dueño de un restaurante de comida árabe en El Retiro y suele prestar asesorías en el manejo de redes sociales a los negocios que se lo solicitan.

Vive con su esposa y su perrita que se llama Trufa. “Ellas quedaron pegadas del techo por los peligros a los que nos podíamos enfrentar durante la carrera”, aseguró. Corre desde hace más de 10 años. Le gusta participar en pruebas de larga distancia, como las maratones, y tiene “el tanque suficiente” para destacarse en esos recorridos.

Esa capacidad fue la que llevó a que lo llamaran para formar parte del equipo BlackRiver. “La primera vez que me invitaron a conformar este equipo no lo dudé y dije que sí”. Dentro de la estrategia que diseñó Adriana Restrepo, a él le correspondió correr en la noche, ya que en el entrenamiento que hicieron en territorio antioqueño se dieron cuenta que era la hora que más lo favorecía. Expresó que son conscientes de la locura en la que se metieron: “Pero no sabemos los peligros a los que nos vamos a enfrentar en el recorrido”.

David Rojas, atleta que vive entre textiles y música punk

Pasar el Valle de la Muerte requiere cerebro y estilo: los seis antioqueños detrás de esta peligrosa aventura

David Rojas fue el último en unirse a BlackRiver. Llegó al equipo porque uno de los miembros anteriores se fue a vivir al extranjero. Tiene 44 años y es el corredor más veterano del grupo. La primera impresión que genera es que es una persona seria y algo tímida, pero no es así.

Es un hombre amable y carismático que forma parte de una banda de música punk que se llama “El Perro” y por eso él tiene ese apodo. Tiene dos hijos: Maximiliano, de siete años, y Antonia, la menor de la casa, que tiene cuatro. Labora en una compañía del sector textil en Rionegro “Allí manejo un departamento comercial”. Rojas corre desde hace más de 14 años. Su especialidad es el triatlón, por lo que está acostumbrado a participar en pruebas de larga distancia.

“En el equipo somos dos triatletas: Sebastián Agudelo y yo. Corremos juntos desde hace cerca de 10 años y somos la ficha de largo aliento dentro del equipo. Tenemos buena resistencia y contamos con la preparación de base suficiente para un recorrido como el de The Speed Project”.

La familia de David, al igual que la de los otros corredores, quedó pegada del techo cuando se fue para Estados Unidos. Sin embargo, por iniciativa de algunos, crearon un grupo de WhatsApp en el que las personas del staff les cuentan cómo están los deportistas que son sus esposos, o sus papás.

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