Una madrugada, en la época en la que aún se luchaba en la Segunda Guerra Mundial, el ingeniero californianio Jack Mullin escuchó el sonido nítido de una orquesta a través de una cadena radial alemana. Era tarde y en esa época ese tipo de presentaciones, para tener esa calidad, solían ser transmisiones hechas en vivo. Las grabaciones solían hacerse directamente en vinilo, pero el resultado que se producía no era de la mejor calidad, así que los artistas preferían tocar en vivo en la radio: sonaba mucho mejor.
No tenía sentido lo que él escuchaba, “a menos de que Hitler estuviera comandando que orquestas se presentaran en medio de la noche, la única conclusión de Mullin era que los alemanes, de alguna manera, hubieran desarrollado máquinas que pudieran grabar orquestas con la misma fidelidad que tenían cuando se presentaban en vivo”, cuenta el compositor David Byrne, miembro de Talking Heads, en su libro Cómo Funciona La Música.
Mullin descubriría, tiempo después, que se trataba de una grabación hecha en cinta magnética. Lo que había escuchado era una presentación pregrabada, así que investigó y llevó una máquina de grabación a Estados Unidos, la cinta se podía cortar y editar. Era revolucionario y permitió que la radio, esclavizada por la necesidad del en vivo, pudiera empezar a retransmitir grabaciones de alta calidad.
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“La música y la tecnología siempre están interactuando”, cuenta Charlie Harding, presentador del pódcast Switched on Pop, al traer a colación este ejemplo de cómo los cambios tecnológicos pueden significar una modificación continua en la manera como se hace difusión musical.
Haciendo un salto temporal, en 2020 uno de los más recientes jugadores de la industria de la música es TikTok. La aplicación China, cuyo CEO Kevin Mayer renunció la semana pasada en medio de disputas con el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, es uno de los escenarios en los que los hits del pop se empiezan a viralizar, incluso antes de llegar a la radio.
¿Cómo funciona?
Esta aplicación está basada en el uso del audio, bien sea para hacer lipsync (sincronización entre los labios y el audio), bailar coreografías o crear otro tipo de dinámicas, desafíos y memes en videos cortos de hasta un minuto. Los usuarios tienen la potestad de usar una canción de un artista reconocido dentro de un banco de canciones o tienen la opción de subir sus clips de audio, lo cual incluye temas propios o mezclas de otros artistas.
“A diferencia de Facebook o Instagram, el audio en esa aplicación es de los aspectos más importantes y la letra juega un papel muy importante”, cuenta Johnathan Fernández, gerente de Marketing Digital de Sony Music en Colombia.
Cuenta que antes, para la creación de campañas con los artistas de su sello, incluir a TikTok dentro de ese plan era algo apenas opcional si la canción era bailable o tenía un ritmo alegre o fiestero. Eso cambió. La plataforma tomó fuerza en los últimos dos años, luego de haber comprado otra plataforma popular en el mercado estadounidense llamada musical.ly. “El momento que lo cambió todo fue un lanzamiento de Lil Nas X llamado Old Town Road”, apunta.
Lil Nas X, ganador del premio Grammy 2020 a la mejor interpretación de pop de dúo/grupo junto a Billy Rae Cyrus, hace apenas dos años era un adolescente que subía canciones a Soundcloud. Old Town Road, antes de la colaboración con Cyrus, empezó a tener resonancia en TikTok y desató un desafío llamado #YeehawChallenge. Como los contenidos en esa plataforma se mueven mucho a través de etiquetas, poco a poco se multiplicaron los videos de personas transformándose en vaqueros al ritmo de esa fusión de country y hip hop de este artista de Atlanta.
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Su reconocimiento fue rápido y escalado, se volvió una de las canciones más escuchadas del año pasado y alcanzó el lugar #1 en la lista Hot 100 de Billboard. Se mantuvo en el Olimpo durante 19 semanas. “Ese caso demostró que tú podrías llegar a tener un contenido viral con millones de vistas sin tener gran cantidad de seguidores. La posibilidad de viralidad es mucho más alta ahí”.
Para él no es un problema decir que TikTok en este instante es como Facebook en 2009 o Instagram en 2014, “con una capacidad enorme de crear impacto en la audiencia joven desde un movimiento orgánico”. Ha sido así especialmente para contenidos musicales: lanzados hace una semana, un mes, seis meses o 10 años.