Medellín será la invitada de honor de Medellín en la décima Fiesta del Libro y la Cultura, que empieza el próximo 9 de septiembre, y no es ni un trabalenguas ni una errata del periodista.
Más de 7.800 kilómetros de distancia y la inmensidad del océano Atlántico separan a Medellín, un pequeño municipio en la provincia de Badajoz, al oeste de España, de la ciudad colombiana que fue bautizada con su mismo nombre hace casi cuatro siglos.
Las tocayas, sin embargo, no podrían ser más diferentes.
Mientras que la Medellín antioqueña es una urbe anclada en la zona montañosa de la Cordillera de los Andes donde viven más de 2’400.000 personas, su homónima española es un municipio ubicado en la extensa llanura de Extremadura y bordeado por un río de aguas limpias llamado Guadiana, con poco más de 3.000 habitantes que se dedican principalmente a la agricultura.
Y si el símbolo arquitectónico de la capital antioqueña es el edificio Coltejer, un rascacielos de 175 metros y 37 pisos, los máximos exponentes de la Medellín europea son el teatro romano y el castillo medieval, que delatan sus dos milenios de historia.
Pero si son tan diferentes, ¿por qué los paisas le “copiaron” el nombre a la Medellín española?
En 1675 el gobernador y capitán de la Provincia de Antioquia, Miguel de Aguinaga y Mendigoitia, fundó oficialmente la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín.
El nombre fue escogido en honor a Pedro Portocarrero y Luna, un conde de la Medellín española, entonces presidente del Consejo de las Indias, que abogó por la fundación de la Villa en contra de la fuerte oposición de la ciudad de Santa Fe de Antioquia.
En esa época la Medellín de España no era un pueblo pequeño, como ahora, sino una ciudad que jugó un importante papel en la colonización de América, a donde envió a 280 de sus coterráneos (incluido el conquistador de México Hernán Cortés).
Tanto es así que en América Latina existen otras tres ciudades, además de la colombiana, que llevan su mismo nombre: una en México (estado de Veracruz) y dos en Argentina (en las provincias de Santa Fé y Santiago del Estero).
Es por eso que para el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, la Fiesta del Libro “va a ser un espacio también muy importante para recordar nuestras raíces”.
“En Extremadura han nacido grandes artistas y pensadores, y su literatura se reconoce como una de las más potentes del estado español. Por esa razón, la invitación se extendió a toda la región, y durante los días de Fiesta nos acompañará una delegación extremeña compuesta por escritores, editores, artistas musicales, y algunos políticos que se reunirán con dirigentes de nuestra ciudad”, señalaron los organizadores de la Fiesta del Libro en un comunicado.
Además, el alcalde Gutiérrez resaltó la importancia de esa invitación y recordó que la Fiesta es un espacio para desarrollar la creatividad. “Yo quiero invitar a la gente a que se la goce, se la disfrute, que compre muchos libros, que leamos en familia, que tengamos en cuenta nuestros niños y que sea un buen espacio de encuentro ciudadano”, dijo Gutiérrez.
La Fiesta del Libro y la Cultura se celebrará en el Jardín Botánico de Medellín entre el 9 y el 18 de septiembre. La ciudad invitada estará en el Patio de las Azaleas, donde los visitantes podrán ver exposiciones fotográficas, una librería dedicada a autores españoles y una muestra gastronómica.
