En el circuito del rock pocos músicos alcanzaron los rangos experimentales de David Bowie en los setenta y ochenta. En ese periodo el cantante británico encarnó personajes tan icónicos para la cultura artística: fue Ziggy Stardust, el Duque Blanco o el Pierrot de la portada de Scary Monsters (and Super Creeps). De esas mutaciones y de su trabajo en compañía del fotógrafo Brian Duffy versa la exposición Bowie Taken By Duffy, que comienza el 15 de marzo y se extiende hasta el 25 de junio en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM).
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La famosa imagen del rayo que surca el rostro del cantante David Bowie en la portada del álbum Aladdin Sane (1973), su proceso de creación y el misterio de su atemporalidad son uno de los núcleos de la exposición. “Fue una sesión (fotográfica) muy rápida y mi padre tiró solo dos carretes porque sabía lo que quería”, explicó este martes en la presentación de la muestra Chris Duffy, hijo del autor de aquella mítica fotografía.
Cinco fueron las sesiones fotográficas que compartieron entre 1972 y 1980, “años dorados” en la producción de David Bowie, en los que asumió personajes tan celebrados como (1980), su última colaboración. Imágenes de las sesiones, música, videoclips, piezas artísticas, fotografía 'vintage' y moderna e impresiones 'chromaluxe' de gran formato se muestran junto a cámaras, álbumes, dibujos, diseños de vestuario.