Han pasado siete años desde la ultima vez que sobre la tarima del Carlos Vieco se paró un artista, los mismos años en los que las tribunas han permanecido vacías y sus accesos cerrados.
Considerado como el templo del rock antioqueño, el teatro al aire libre del cerro Nutibara reabre hoy puertas con un espacio renovado y con un gran concierto, como tiene que ser, de rock, a cargo de la mítica banda local Ekhymosis, también estarán Kraken, Estados Alterados y Juanita Dientes Verdes, emblemas del rock and roll paisa.
La cita es este jueves, a partir de las 7:30 de la noche.
Las obras iniciaron en octubre de 2019 y tuvieron un costo de $ 9.600 millones de pesos.
“Definitivamente ese el templo del rock antioqueño, allí fue donde muchos de nosotros nos acercamos al movimiento rockero viendo bandas como Bajo Tierra, Ekhymosis o festivales como Mederock, allí se han hecho los pogos (bailes) más legendarios. Me encanta mucho su reapertura, en especial por las nuevas generaciones”, relata Sebastián Regino de la agrupación Johnie All Stars.
Por su parte, el alcalde de Medellín adelantó que el nuevo espacio contará con nuevo escenario, elevador de carga, edificio palco y rampas accesibles.
Para Felipe Muñoz, baterista de la agrupación Tr3sdeCoraZón, la reapertura es muy importante para la cultura de la ciudad, pero en particular para los rockeros, “porque siempre fue un lugar icónico para nosotros, incrustado en la mitad de la ciudad”.
Muñoz recuerda que la primera presentación allí de su banda fue en 2002, al anotar que en el lugar se realizaban las audiciones para el Festival Altavoz.
También celebraron en el Carlos Vieco, en 2011, los 10 años de Tr3sdeCoraZón, donde reapareció el Elkin Ramírez, el fallecido vocalista de Kraken.
El Carlos Vieco se inauguró el 11 de agosto de 1984, con una capacidad en sus graderías de 3.600 personas. Ahora el aforo, con las remodelaciones será de 1.700 personas
Entre finales 2014 y comienzos del 2015 el teatro al aire libre acusó el paso de los años y tuvo que ser cerrado por fallas estructurales que amenazaban con ocasionar una tragedia. Estuvo clausurado y abandonado hasta principios de 2019.
Además de los 2.000 metros cuadrados de intervención, se incluyó en la reforma una cabina de sonido y para luminotecnia, que no existía, y una rampa que facilitará el ingreso de los equipos al escenario y mejorará la condición de accesibilidad universal.