Inspirada en hechos reales, El Renacido es una historia épica de supervivencia y transformación que se desarrolla en el antiguo oeste estadounidense. Durante una expedición por la naturaleza virgen, el legendario explorador Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) es atacado de manera brutal por un oso, y después abandonado por los miembros de su propio equipo de caza.
Solo y moribundo, Glass se rehusa a sucumbir. Impulsado por pura voluntad y el amor a su esposa e hijo, ambos nativos americanos, emprende una odisea de 320 kilómetros a través del vasto e indómito oeste en busca del hombre que lo traicionó: John Fitzgerald (Tom Hardy).
Las peripecias
Además de esforzarse por encontrar las locaciones precisas requeridas para evocar el periodo, los realizadores también tomaron otras decisiones clave para facilitar la autenticidad, incluyendo la elección de filmar la película en secuencia, filmar tomas largas ininterrumpidas, y usar solo la luz natural disponible.
“El filmar en secuencia”, explica el director Alejandro González Iñárritu, “nos permitió a mí y a los actores encontrar oportunidades para adaptar, para rescribir, para pulir y encontrar cosas hermosas que podían añadirse a medida que continuaba nuestro viaje juntos”.
Las tomas largas ininterrumpidas también crearon desafíos técnicos considerables. “Trabajar en la naturaleza, con luz natural, eso te obliga a ser flexible”, dice Jack Fisk, director artístico. “Pero me gusta trabajar así. Tenía que estar en el set lo más posible, listo para reaccionar a una situación: ‘necesitamos más luz’, ‘¿podemos simplificar el fondo oscureciendo algunos de los árboles?’. Había una mezcla de polvo negro y agua que les rociábamos. ‘¿Podemos hacer esta pared para atrás?’, etc. Recuerdo que ilegalmente ‘represamos’ un río en cierto momento para que subiera el nivel del agua. Tenías que estar ahí. No querías decepcionar al director. Fue emocionante”.
Muy natural
“Creo que Alejandro quería que la película se sintiera muy natural”, dice el cinematógrafo Emmanuel Lubezki. “Al estar haciendo pruebas nos dimos cuenta de que los lentes muy amplios nos permitían adentrar a los espectadores y ponerlos en medio de la acción. Nos permitió tener acercamientos de Leo, por ejemplo, y tener a todo el entorno presente en cada toma, y eso era algo muy importante para Alejandro, la relación entre el medio ambiente y Glass”.
DiCaprio hizo gran parte de sus acrobacias: fue enterrado en la nieve, estuvo desnudo bajo una temperatura de -5° C y saltó a un río de agua helada; cada momento lo puso más en contacto con la voluntad de Glass. Pero mientras se abre paso, Glass no sólo lo aguanta, también cambia de manera profunda, algo que DiCaprio revela en un rango multi-tonal de detalles sutiles que se combinan con el emocionante desenlace del filme.
“A lo largo de la película, está la pregunta para ver si algún tipo de venganza es la cosa que saciara la sed de Glass a final de cuentas. Pero la necesidad de continuar se convierte en algo más para él... se convierte en una especie de esfuerzo espiritual”, concluye.
