Estados Unidos y Costa Rica encaran su partido con la necesidad de obtener una victoria que les permita definir sus posibilidades de avanzar a los cuartos de final del torneo.
“Estamos con la espalda contra la pared y tenemos que ganar sí o sí”, declaró el delantero Clint Dempsey.
“Va a ser un partido muy difícil”, expresó el jugador de los Seattle Sounders sobre los Ticos, que sumaron un punto al empatar sin goles con Paraguay.
Su compañero Geoff Cameron, dijo a su vez que el equipo “sabe lo que tiene que hacer” para enfrentarse a un rival que no contará con su máximo potencial, por la baja antes de comenzar el torneo del portero titular Keylor Navas y la expulsión de Kendall Waston por roja directa.
Ramírez, que dirige al equipo desde agosto de 2015, opinó que el partido será mucho más abierto que el duelo ante Paraguay, por lo que la inclusión de un volante más, como Christian Bolaños o Johan Venegas, permitiría aprovechar los espacios que dejará Estados Unidos ante la obligación de ganar.
El técnico de Estados Unidos, Jurgen Klinsmann, quien ha sido criticado por su estilo de juego conservador, está necesitado de triunfos y presionado por ser local.
“Necesitamos los tres puntos contra Costa Rica”, declaró, y para ello dijo que cuenta con el “hambre de victoria” de sus hombres para imponerse en su segunda salida .