El pasado 26 de enero un niño de la comunidad indígena emberá murió después de que un hombre le dispara a él y su mamá con una escopeta, en zona rural de Guataquí, Cundinamarca, por recoger frutas en una finca privada.
Las investigaciones adelantadas a la fecha por las autoridades han revelado que el menor y su madre ingresaron a la propiedad junto a otros miembros de la comunidad para recoger frutas, razón por la que, quien sería el propietario del terreno, disparó contra la comunidad y una de las balas impactó en la cabeza del niño.
El menor falleció mientras era trasladado hasta un centro asistencial.