Una vez más quedó en veremos en la Cámara de Representantes la discusión, en último debate, del proyecto que pretende prohibir las corridas de toros. Si bien este martes se tenía previsto que se reanudara la discusión y comenzara su votación, una nueva proposición frenó el debate.
Detrás se encuentra la representante Ana Rogelia Monsalve (Partido Demócrata-curul afro), quien radicó una ponencia sustitutiva justo cuando la plenaria se disponía a votar otro proposición, esta vez para aplazar formalmente el debate.
Buscando evitar un revés ante un diezmado quórum, el presidente de la Cámara, Andrés Calle (liberal con tendencia petrista), relegó el proyecto al segundo punto del orden del día y dio trámite a otros proyectos. Sin embargo, pasadas las 5:40 de la tarde levantó la sesión y solo hasta el próximo jueves se retomaría la discusión.
Previamente, los promotores del proyecto denunciaron que con tutelas y recusaciones congresistas estarían buscando sabotear la discusión. Así lo denunció el representante Alejandro García (Alianza Verde), ponente del proyecto en Cámara, quien con nombre propio acusó a los representantes Christian Garcés (Centro Democrático), Ana Rogelia Monsalve y Juana Carolina Londoño (Partido Conservador), de incurrir en “artimañas y juego sucio” para posponer la discusión.
“Ya son cinco las acciones de tutela presentadas contra la Corporación, en las que se solicita ordenar a la mesa directiva suspender el debate del proyecto, el cual se abrió el pasado martes 7 de mayo en la plenaria de la Cámara baja (...) Adicionalmente, llegaron cinco recusaciones contra el ponente, autores y demás congresistas que se encuentran dándole trámite al proyecto”, reclamó el congresista.
Según García, este tipo de recursos buscan darle largas al debate y evitar su aprobación, teniendo en cuenta que la iniciativa terminaría archivada si no se discute y aprueba antes del 20 de junio, cuando concluye otro periodo legislativo.
“Esto evidencia la incapacidad de los representantes que se oponen al proyecto para defender su posición a favor de las corridas a través de la argumentación y un debate de altura, y por el contrario demuestra que su único recurso es abusar de este tipo de figuras para dilatar la discusión y agotar el tiempo de trámite de la iniciativa ante la inminente aprobación del proyecto”, agregó García.
Sin embargo, el congresista dio un parte de tranquilidad a los demás representantes recusados, precisando que, según la Corte Constitucional, “la radicación de una recusación contra un congresista no surte un efecto suspensivo sobre el trámite del proyecto de acto o de ley, el cual habrá de continuar independientemente de lo que resuelva la Comisión de Ética sobre la existencia de un conflicto de intereses (...) Una interpretación contraria llevaría a que se paralizara la actividad legislativa”.
García sostuvo que esta no es la primera vez que el debate se encuentra con este tipo de obstáculos. “Está claro que lo que se quiere es hundirlo con jugadas y triquiñuelas en lugar de dar un debate con la altura que merece y exige la ciudadanía, que en este momento se encuentra esperando respuestas frente al futuro de las corridas de toros en Colombia”, precisó.
El congresista recordó que ha sido recusado en cuatro ocasiones y que incluso fue acusado de recibir recursos provenientes de organizaciones animalistas a cambio de promover la prohibición. Además, reclamó que la Comisión de Ética se demoró en resolver el trámite de recusación y entregar una respuesta.