La recomendación nada tiene qué ver con querer parecerse a los franceses o por lo menos, a la fama que ellos tienen de no bañarse diariamente. Mucho menos con una medida de austeridad o escasez.
Bañarse bien y de manera ‘saludable’ es un asunto que muchos aún no hemos aprendido por esa obsesión que provocan los olores o simplemente, porque por herencia no nos han enseñado.
El internista Jorge Mario Villa señala que las axilas, las genitales y el ano son las únicas zonas que requieren uso de jabón. “En el resto del cuerpo el consejo es no usarlo por la resequedad que produce en la piel y las alteraciones de la dermis”. Y una aclaración adicional: a la hora de usar jabón hay que ser selectivos, pues no todos son favorables a cualquier tipo de piel.
Lo más importante es elegir uno con pH ácido o neutro, por ser el más compatible con la piel. Así las cosas, los que ofrece el mercado como syndet y los de bebé son las mejores opciones.
“Los jabones genitales vienen preparados con el pH genital y son muy suaves. En estos casos, los que no se deben usar son jabones que tengan bactericidas porque son muy neutros y con sustancias que resecan”, explica el dermatólogo Francisco Eladio Gómez.
Al respecto, Eugenio Escobar, ginecobstetra del Hospital Universitario San Vicente Fundación, agrega que en el área vaginal lo aconsejable es no usar nada, solo agua porque eso puede alterar el pH.
En la parte externa recomienda jabón alcalino, “sin excederse porque la alcalinidad protege la vulva de gérmenes oportunistas. La vagina tiene su medio ambiente protector, tiene algunas bacterias que protegen y si se hacen duchas o lavados se acaba con la flora vaginal”.
Se sabe que en la piel hay todo tipo de gérmenes y bacterias protectoras, aunque también las hay agresoras, por lo tanto, si se acaba con las primeras, las nocivas aprovechan y producen alteraciones como infecciones, ocasionando enrojecimientos, prurito o rasquiña y flujo de mal olor.
“Muchas pacientes, en esos casos, refieren flujo abundante, sensación de malestar en área local, escozor, fastidio o ardor”, describe Escobar.