Cinco años después de que se conocieran los primeros casos de una nueva neumonía viral en Wuhan (China), la Organización Mundial de la Salud (OMS) volvió a pedir a China que comparta sus datos para entender los orígenes de la COVID-19.
”Se trata de un imperativo moral y científico. Sin transparencia, intercambio y cooperación entre los países, el mundo no puede prevenir y prepararse adecuadamente para futuras epidemias y pandemias”, afirma el organismo.
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Hace cinco años, el 31 de diciembre de 2019, la Oficina de la OMS en China publicó en su sitio web una declaración de prensa de la Comisión Municipal de Salud de Wuhan sobre casos de “neumonía viral” en Wuhan, China.
“En las semanas, meses y años que siguieron, la COVID-19 llegó a marcar nuestras vidas y nuestro mundo”, advierten. “En la OMS, nos pusimos a trabajar de inmediato en cuanto amaneció el nuevo año. Los empleados de la OMS activaron los sistemas de emergencia el 1 de enero de 2020 e informaron al mundo el 4 de enero. Entre el 9 y el 12 de enero, la OMS había publicado su primer conjunto de orientaciones integrales para los países y, el 13 de enero, reunimos a los socios para publicar el plan de la primera prueba de laboratorio del SARS-CoV-2”, narra en un comunicado.