Colombia retomó la cifra de trasplantes de órganos que registraba el país antes de la pandemia del covid-19. Según el Instituto Nacional de Salud (INS), esto se debe al crecimiento del 17 % en el número de estas intervenciones, que en 2023 se ubicaron en 1.394.
De esos trasplantes, 933 fueron de riñón, 99 de corazón, 293 de hígado, 36 de pulmón, uno de intestino, tres de riñón-corazón, 14 de riñón-hígado y 15 de riñón-páncreas. Así mismo, de estos 1.090 fueron receptores de donantes cadavéricos y los otros 304 receptores fueron de donantes vivos.
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El INS explicó que “el aumento en el número de trasplantes se ve reflejado también en los tres últimos años (2021, 2022 y 2023) por el aumento de donantes cadavéricos y donantes vivos”.
En ese sentido, el director de esa entidad, Giovanni Rubiano García, expresó que “estas cifras se logran gracias a una mejoría en la tasa de donación en el último año”.
“Veníamos con una tasa de 6,4 donantes por millón de habitantes y pasamos en 2023 a una tasa de 7,4 y con espacio para seguir creciendo y superar nuestras mejores tasas como país, que son 10 en 2009 y 8.4 en 2019”, manifestó.
Entre tanto, el subdirector técnico de trasplantes y donación de órganos y tejidos, Rubén Darío Camargo, expresó que “se han venido incrementando las cifras de donación desde el año 2022, en el cual tuvimos 332 donantes, mientras en el último año tuvimos 388”.
“La sociedad va entendiendo que la donación es un bien social que genera beneficios dentro de la sociedad, porque los donantes los genera la sociedad y los receptores están dentro de la sociedad”, agregó el funcionario.
El INS informó que “con corte a diciembre 31 de 2023, 3.696 personas esperaban un riñón, 176 un hígado, 60 un pulmón, 15 un corazón, uno por intestino, dos por páncreas, dos riñones y corazón, siete por riñón e hígado y 43 por riñón y páncreas”. Con esto, el número de receptores en lista de espera de órganos es de 4.002.
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La variación entre 2022 y 2023 en cuanto al número de personas en lista de espera fue de 3.663 y 4.002, respectivamente, lo que significa que hubo un incremento del 9,2 % en esa lista.
En la espera por riñón, el número de receptores en lista de espera subió 11 % porque pasó de 3.328 a 3.696 entre año y año; por hígado, el número bajó 1 % al pasar de 177 a 176; por corazón, la cifra bajó 69 %, pues pasó de 48 a 15; así como por el pulmón, que subió un 9 % debido a que pasó de 55 a 60 de 2022 a 2023.
¿Qué es la lista de espera?
Es la lista a la que ingresan las personas que necesitan un trasplante de un órgano y que los convierten en posibles receptores. Sin embargo, es una lista y no una fila en la que el primero en llegar entra de primero.
Por el contrario, es una lista en la que se prioriza no el orden de llegada sino la condición médica del paciente. “Es una lista que se organiza por compatibilidad entre el donante y el posible receptor”, explica la exdirectora del INS, Martha Lucía Ospina.
Sin embargo, esa lista la organiza una aplicación llamada RedDataINS —que fue creada en 2016— en la que se sube toda la información de los posibles receptores de un órgano, los donantes y los prestadores de salud para los procesos de donación y trasplantes.
Con la información de los pacientes allí, el algoritmo hace match —según variantes de tipo de sangre, edad, ubicación, órgano, esperanza de vida— entre el órgano sano en poder de un hospital o clínica y la persona de la lista que recibirá la llamada para el trasplante.
El proceso de trasplante pasa por un embudo en el que juegan varios factores que pasan por las condiciones médicas de algunas zonas de Colombia, así como por las capacidades instaladas para mantener en buen estado los órganos de los donantes cadavéricos (persona fallece en un hospital por muerte cerebral o paro cardíaco).
En primer lugar, no toda persona muerta es un potencial donante. Solo lo son las personas que están hospitalizadas y que mueren en situación de muerte encefálica o por paro cardiorrespiratorio.
Segundo, solo el 3 % de los fallecimientos que ocurren por todas las causas al año en el país ocurren en departamentos sin acceso aéreo nocturno ni por vía terrestre de corta duración.
Así pues, en las zonas que cuentan con estas condiciones hay aproximadamente 236.680 muertes por año, pero solo el 12 % (28.401) mueren por paro cardíaco o muerte cerebral.
Este número de pacientes se encuentran en 1.598 servicios de urgencias de las que solo el 26,7 % cuenta con una unidad de cuidados intensivos (UCI) con capacidad de brindar el cuidado neurocrítico requerido para mantener los órganos con medicamentos y equipos médicos mientras se determina la posibilidad de que puedan ser donados.
Por ejemplo, en 2021 (último año del que tiene registro el INS) hubo 2.613 fueron posibles donantes; de estos, el 27 % (710) eran potenciales para donar; de este porcentaje, el 73 % (524) fueron elegibles (por las condiciones del cadáver); y de este último, el 51 % (268) fue donante. Un 10,2 % del total de posibles donantes y un 0,10 % del total de fallecidos anuales.
Así las cosas, entre 2008 y 2021 en Colombia se realizaron 15.606 trasplantes de órganos y hubo 14.780 personas que recibieron al menos un trasplante. El 67,9 % fueron trasplantes de riñón, el 21,9 % de hígado, el 7,2 % de corazón, el 1,3 de pulmón y el 1,6 % de otros órganos y tejidos.
Desde 2016, por la Ley 1805 de ese año, toda persona se supone donante a menos de que en vida haya expresado su voluntad de no querer donar sus órganos.
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