Salento se sumó hace una semana a la lista de municipios en Colombia que decidieron emprender acciones frente al consumo de plásticos de un solo uso y su impacto ambiental.
Lograrlo tomó casi un año de discusiones jurídicas entre los promotores, la alcaldía y el Tribunal Administrativo de Quindío que dio como resultado el acuerdo municipal con el que este cotizado destino del Eje Cafetero podrá enfrentar la problemática ambiental acrecentada por el turismo, que puede llevar hasta 40.000 personas un fin de semana a un municipio donde residen 6.000 habitantes.
Y es que detrás de los sonoros anuncios de prohibición de plásticos de un solo uso en diferentes lugares del país, administraciones locales, comunidades y sector productivo han tenido que sortear diversas situaciones para llevar a buen término esta iniciativa.
Así van los pioneros
Guatapé, que fue el primer municipio en Antioquia y el tercero en el país en prohibir el icopor, papeles parafinados, pitillos, vasos y mezcladores de plástico y/o polipropileno, tal como lo anunció el 30 de mayo de 2019, atravesó dificultades durante los seis meses que estipuló como plazo para reemplazar estos recipientes.
"Al principio nos fue mal, porque nos costó encontrar los proveedores de empaques biodegradables que cubrieran la demanda que dejaba el icopor en el municipio, pero paulatinamente logramos hacer la transición a tal punto que la mayoría de los establecimientos comerciales cumplen actualmente", cuenta Adriana Ortega, Gestora Ambiental de la alcaldía.
A pesar de estos problemas logísticos, cuenta Adriana, la mayoría de los habitantes acogieron con agrado la medida "conscientes de que somos un destino turístico muy concurrido y que si dejamos coger ventaja a la contaminación por estos materiales las consecuencias no serán solo económicas sino para la salud".
Es una tarea continua, pondera la funcionaria, pues durante el año pasado en visitas realizadas a establecimientos advirtieron que varios de estos habían retornado al uso de icopor y también detectaron la necesidad de incrementar las campañas hacia los turistas que llegan a Guatapé portando estos recipientes y los desechan allí una vez se marchan.
"Es una tarea de largo aliento, pero tiene alicientes. Hoy vemos muy incorporado el uso, por ejemplo, de pitillos hechos de caña, bolsas a base de maíz, y el relleno sanitario, que era nuestra gran preocupación, ya arroja una disminución considerable en cuanto a la cantidad de desechos que recibe", señala.
Guatapé conformó una asociación de recicladores con 15 personas y explora actualmente proyectos para realizar transformación de residuos plásticos, un aspecto que debe ir de la mano de la disminución del consumo de plásticos de un solo uso, tal como lo entendió Santa Marta, ciudad pionera en acciones frente a esta problemática.
Mediante la resolución 1017 del 25 de octubre de 2018, la capital del Magdalena se convirtió en la primera ciudad del país en prohibir el uso, venta, facilitación, obsequio y entrega a cualquier título de utensilios elaborados de plástico e icopor de un solo uso con cuatro meses de pedagogía para entrar en vigor.
Sin embargo, Acoplásticos, el gremio que reúne a la mayoría de las industrias del plástico en el país, demandó seis meses después la resolución al considerarla “desproporcionada” y que no contempló alternativas para no perjudicar al sector comercial.
Tras este choque entre administación distrital y Acoplásticos, el Departamento Administrativo de Sostenibilidad Ambiental –Dadsa– y los gremios han llegado a puntos de encuentro, y durante el año pasado abordaron proyectos sotenibles, en el marco del programa ‘Desplastifica tu Ciudad’, que sigue vigente desde 2018.
“Durante los primeros dos años de este plan logramos casi triplicar la reutilización de plásticos a través de las asociaciones de recicladores, al pasar de 58 toneladas en promedio a 144 toneladas mensuales. En cuanto a la sustitución gradual trabajamos con emprendedores y gremios para estimular proyectos de innovación que elaboren recipientes con materiales vegetales, como hojas de plátano”, explica Patricia Caicedo, directora del Dadsa.
El camino por recorrer
En Salgar, Antioquia, el próximo 4 de marzo entrará en vigencia la prohibición de plásticos de un solo uso e icopor, tras seis meses de socialización del Acuerdo Municipal 005 de 2020, tarea que según cuenta Orlando Cano, coordinador de la Mesa Ambiental de Salgar, ha sido compleja por la pandemia.
En Salgar están a la espera de la decisión del Tribunal Administrativo de Antioquia, pues tal como ocurrió con Urrao, la Gobernación demandó el Acuerdo pues señala que el Concejo carece de competencia para tomar esta medida, que le corresponde al Congreso y a Minambiente. “Ya en Urrao, que había sido promotor en Antioquia de acciones contra el plástico de un solo uso, se derogó el acuerdo tras demanda ante el Tribunal, así que nos queda mirar a través de qué vías jurídicas defendemos esta iniciativa si llega a suceder lo mismo”, relata Cano.
En Salento, último en la creciente lista de municipios que le han tendido un cerco al plástico de un solo uso, los promotores del Acuerdo respiraron alivados después de que el gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo, respaldara la decisión, pues contemplaban inicialmente la posibilidad de que el mandatario departamental demandara ante el Tribunal.
La medida entrará a regir el 4 de febrero de 2022, tras una labor pedagógica que, conforme piensa Néstor Ocampo, director de la Fundación Ecológica Cosmos, “será seguramente armónica y de rápida acogida entre la población”.
Néstor sostiene que a pesar de que la vocación turística en Salento que se dio de forma “vertiginosa y voraz” al pasar en menos de dos décadas de ser un apacible pueblo a un destino de interés mundial, los habitantes de Salento y en general el Eje Cafetero, tienen plena consciencia del futuro que se juegan los recursos naturales frente a amenazas como la contaminación por residuos plásticos.
“Lograr la prohibición en Salento es el punto de partida que estaban esperando otros municipios como Pijao, Génova, Buenavista, Filandia, Montenegro y Circasia para tomar medidas similares. Yo creo que el camino inevitable es este, decisiones drásticas, en todo el territorio nacional, de cambios de consumo que además, en destinos turísticos, deben tener un apoyo abierto e irrestricto del ministerio de Industria y Turismo, porque estamos también ante una transformación del paisaje por cuenta de la contaminación que puede dejar a toda la cadena en torno al turismo con las manos vacías”, declara.
En diciembre pasado fue aprobado en primer debate en la Comisión Quinta de la Cámara el proyecto de ley 010 de 2020 para prohibir en todo el país la fabricación, importación, exportación, comercialización y distribución de plásticos de un solo uso; además regular la sustitución gradual con alternativas reutilizables y biodegradables a partir de enero de 2026.
Frente a este proyecto al cual le restan tres debates, el presidente ejecutivo de Acoplásticos, Daniel Mitchell, sostiene que el gremio no respalda ninguna medida prohibitiva, por dos razones.
Primero “porque sobre algunos materiales pensados para reemplazar la demanda industrial que suple actualmente el plástico (como cartón y vidrio) no existe un amplio rigor en torno a su verdadero impacto ambiental, por consiguiente no necesariamente son más sostenibles. Para producir cartón se requiere 20 veces más agua que para el plástico, por ejemplo”.
Segundo –complemente– porque la prohibición desestima la posibilidad que tiene el país con el posconsumo y la economía circular. “Colombia tiene empresas que reciclan más de 300.000 toneladas de plástico al año y hay casi 700 proyectos alrededor del aprovechamiento de estos residuos”. En este sentido, Mitchell pide cambiar prohibiciones por estímulos para reciclaje y aprovechamiento.
Según Greenpeace, Colombia consume 1.250.000 toneladas de plástico al año, 24 kilos por persona de los cuales el 56% son de un solo uso, y únicamente el 17% de todos los residuos sólidos –incluyendo los plásticos– son reciclados. La mayoría va a dar a los rellenos sanitarios atestados, a las fuentes hídricas y al mar
74%
de los envases plásticos en el país terminan en rellenos sanitarios (Greenpeace).
8.000
microplásticos por litro de agua se han encontrado en zonas costeras del país.