Mientras la mayoría de naciones de Occidente rechazaron los ataques terroristas que perpetró Hamás el sábado contra Israel, Colombia tuvo una postura distinta. En el marco de ese conflicto, el país tuvo una salida en falso en materia diplomática al limitar su posición oficial a las opiniones que expresó el presidente Gustavo Petro en su cuenta en X, más plegadas al activismo que a la solidaridad con las víctimas e, incluso, con la diplomacia.
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El jefe de Estado colombiano se saltó al canciller Álvaro Leyva y lanzó una serie de polémicas publicaciones en sus redes con las que dejó clara su defensa de Palestina y la negativa a repudiar los ataques terroristas. Petro hizo más de 30 publicaciones en las que insistió que Israel debe parar la ocupación en Gaza, según él, como una salida para que ambas naciones cesen las hostilidades y caminen hacia la paz.
Esta posición, nada benevolente en medio del asesinato y secuestro de decenas de personas, le costó al mandatario colombiano, y de paso al país, diversos cuestionamientos, empezando por los que surgieron desde el gobierno israelí, así como de las comunidades de judíos que reclaman que Colombia no se solidarice con las víctimas del asalto terrorista de Hamás, que dejó como saldo más de 200 personas asesinadas en Israel.
El embajador de Israel en Colombia, Gali Dagan, le pidió a Petro que condene los atentados y cuestionó que como presidente de una nación aliada prefiera acusar al Estado Hebreo. “Es difícil encontrar el denominador común entre los casos. Espero que un país amigo de Israel condene fuerte y claro el ataque terrorista contra civiles inocentes en el Estado de Israel”, aseguró el diplomático israelí en Semana.
Críticas a Petro por su postura
A los reclamos del embajador respondió directamente el jefe de Estado colombiano, saltándose al canciller Leyva. De nuevo desde su cuenta en X le respondió a Dagan que también es terrorismo el asesinato de niños en Colombia y Palestina, con lo que le volvió a hacer el quite a condenar el ataque de Hamás.
“El mundo se los ha pedido y mi gobierno también. Les solicito a Israel y Palestina ir a una mesa a negociar la paz y que se permita la existencia de dos estados y dos naciones libres y soberanas; Israel y Palestina”, señaló el mandatario.
A ese pronunciamianto respondió con críticas el internacionalista y director de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia, Marcos Peckel, quien le reclamó a Petro por su postura parcial hacia el caso palestino en el contexto de un ataque terrorista contra Israel. “Presidente Petro, los niños inocentes que murieron eran judíos e israelíes masacrados por terroristas palestinos”, apuntó Peckel.
Quien tampoco dejó pasar desapercibida esta postura de Petro fue su antecesor, el expresidente Iván Duque, quien aseguró que es “torpe no rechazar el terrorismo de Hamás y tratar de justificarlo con argumentos históricos que nada tienen que ver con la agresión fratricida de Hamás. Mientras el mundo rechaza la evidencia, otros perseveran en su vanidosa tozudez”.
Petro se salta la diplomacia
Para la directora del programa de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, Luisa María Lozano, el presidente tuvo una salida en falso que deja mal parada a la política de relaciones exteriores de Colombia porque la postura oficial del país no puede regirse por las opiniones de Petro.
“El presidente se equivocó en la forma en la que manejó sus comunicaciones. Se ha encargado de hacer tuits y es un tema en el que se tiene que hacer un pronunciamiento unificado y desde la Cancillería. El Gobierno no puede dudar en que lo que ocurrió el sábado fue un ataque terrorista contra civiles inocentes y eso es condenable independientemente de si el presidente apoya la causa del pueblo palestino o si se está a favor de Israel”, dijo Lozano.
Llama la atención que Leyva no ha dicho una sola palabra a nombre propio sobre este conflicto y además se desató otra polémica porque la Cancillería publicó un comunicado el sábado rechazando “con vehemencia el terrorismo y los ataques contra civiles”, pero cambió de opinión y este domingo publicó otro en el que no condenó el ataque sino solo a las “afectaciones civiles que han ocurrido en la mañana de ayer y hoy”.
Al respecto la profesora asociada del Departamento de Ciencia Política de los Andes, Sandra Borda, planteó que es un error del Gobierno reducir la política exterior del país a las publicaciones de Petro en X. “Al presidente le sobra el canciller y la Cancillería. La persona que acepte sustituir a Leyva debe tener claro que será un cero a la izquierda. Tendrá que leer tuits todo el día y ver cómo se las arregla para convertir un montón de opiniones personales en política exterior”, dijo Borda.
Abecé de lo que pasa en Gaza
Producto del ataque con cohetes y la incursión terrorista cometida por Hamás el sábado, el gobierno de Israel informó que 2.300 personas resultaron heridas, 360 de ellas están en estado grave, y más de 700 personas murieron. Además, la respuesta israelí con bombardeos en Gaza ha dejado 413 fallecidos y 2.300 heridos.
Ese ataque terrorista y la respuesta armada de los israelíes se convirtieron en la última, pero no la primera, escalada violenta de un conflicto que ha sido duradero, sangriento, sin salida a la vista y que es necesario conocer para saber que ha marcado la historia reciente del Medio Oriente.
¿Por qué se libra una guerra en la Franja de Gaza?
La Franja de Gaza ha sido durante las últimas décadas foco recurrente de conflictos y tensiones entre palestinos e israelíes, con cruces de ataques constantes. La Franja de Gaza limita al norte y al este con territorio israelí, al oeste con el Mediterráneo y al sur con Egipto. Es un estrecho territorio de 360 kilómetros cuadrados, 41 kilómetros de largo y de 6 a 12 kilómetros de ancho.
Israel se anexionó la Franja de Gaza en 1967, al término de la Guerra de los Seis Días entre árabes e israelíes. El 12 de septiembre de 2005, el Estado Hebreo se retiró de la Franja y esta desde 2007 quedó al mando de Hamás, un movimiento islamista palestino considerado terrorista por occidente.
Más de dos millones de personas viven en ese que es considerado uno de los territorios con mayor densidad de población del mundo y en el que Israel estuvo presente durante casi cuatro décadas, tras hacerse con el control de la zona en detrimento de Egipto.
Territorio bloqueado por aire, tierra y mar
En 2004 el entonces primer ministro israelí, Ariel Sharon, anunció la salida de colonos y tropas. Así, en septiembre de 2005, el territorio pasó a estar exclusivamente controlado por los palestinos.
En junio de 2006, Israel decidió imponer un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo al enclave en represalia por el secuestro de un soldado israelí. Precisamente ese año se abrió un pulso interno en la Franja de Gaza entre las diversas facciones, agudizado tras las elecciones legislativas de ese año, a las que por primera vez se presentaba Hamás. El grupo se impuso frente a Al Fatá, que no reconoció los resultados. Un enfrentamiento armado entre las dos facciones derivó en 2007 en que Hamás se hiciese con el control de la Franja, que mantiene a día de hoy.
Por su parte, Israel mantiene desde 2007 un bloqueo sobre el territorio, endurecido o aliviado en función de la coyuntura, bajo el argumento de evitar el contrabando de armas o de tecnologías para fabricarlas. La alerta se extiende también al subsuelo, ya que parte de este contrabando se realiza mediante túneles.
El control de hamás provocó fricciones
En ese contexto se generó un escenario conflicto que llevó a finales de 2008 a Israel a lanzar una ofensiva aérea y terrestre para poner fin al lanzamiento de cohetes de parte de Hamás. En él murieron 1.440 palestinos y 13 israelíes. A finales de 2012, el ejército israelí lleva a cabo el asesinato selectivo del líder militar de Hamás, Ahmad Jaabari. Ocho días de ataques aéreos dejan 174 palestinos muertos. También murieron seis israelíes.
En julio de 2014, Israel lanza la Operación Margen Protector para detener el lanzamiento de cohetes y destruir los túneles excavados en el enclave. La guerra dejó 2.251 muertos del lado palestino, la gran mayoría civiles, y 74 muertos del lado israelí, casi todos soldados.
En mayo de 2021, una nueva guerra en Gaza deja 232 muertos del lado palestino y 12 del lado israelí en 11 días. Dos años después, en mayo de 2023, 35 palestinos, incluidos líderes de la Yihad Islámica, fueron eliminados en cinco días de guerra.
Se trata entonces de un conflicto intermitente que ha perdurado y que con el nuevo ataque de Hamás volvió a incendiarse con el rechazo generalizado de Occidente.
