Una nueva afectación se presentó en las audiencias que adelanta la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) con el jefe del Clan del Golfo, alias Otoniel. En esta ocasión, el narcoparamilitar estaría entregando su relato por el caso Urabá, cuando se vio interrumpido en dos ocasiones por funcionarios de la Policía Nacional que, finalmente, ordenaron que la puerta del lugar permaneciera abierta.
La JEP ha solicitado en ocasiones anteriores que se respete la privacidad en las entrevistas a “Otoniel” que han sido interrumpidas, al menos, en tres ocasiones. De hecho, en un auto expedido el 10 de marzo, el tribunal especial le ordenó al Mayor General Fernando Murillo Orrego, director de la Dijín, “que se abstenga de realizar actuaciones que afecten la reserva de las diligencias judiciales con la presencia de personal uniformado o ajeno al convocado” en las salas de audiencias.
Igualmente, ordenó evitar “en general acciones que obstaculicen la práctica de testimonios u otras diligencias del señor Dairo Antonio Úsuga David ante la JEP”, debido a que la presencia de fuerza pública en las audiencias podría ser, según el auto, un factor que vulnere el relato entregado por “Otoniel”, por lo que también dio un plazo de 30 días para presentar situaciones que hayan puesto en peligro su vida.