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Petro tiene $28 billones de más para gastar en año electoral

Le llegan por el recaudo de la tributaria que su aplanadora avaló en el Congreso y del mejor desempeño económico que hubo en 2022. Pedirá otra adición presupuestal en febrero. Así se proyectan los gastos.

  • El presidente Gustavo Petro ha insistido en que lo recaudado con la reforma tributaria será invertido en temas sociales, pero estos recursos terminaron financiando, por ejemplo, el subsidio a los precios del Soat. FOTO COLPRENSA
    El presidente Gustavo Petro ha insistido en que lo recaudado con la reforma tributaria será invertido en temas sociales, pero estos recursos terminaron financiando, por ejemplo, el subsidio a los precios del Soat. FOTO COLPRENSA
Petro tiene $28 billones de más para gastar en año electoral
23 de enero de 2023
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El año 2023 es sumamente estratégico para el Gobierno del presidente Gustavo Petro. Además de llevar al Congreso reformas claves –como la del sistema de salud, la pensional y la política–, se jugará su poder al frente del Ejecutivo para tratar de ganar terreno en las regiones con las elecciones del 29 de octubre, en las que se determinará el nuevo rumbo del poder territorial al escoger a los nuevos gobernadores, alcaldes, concejales y diputados.

El jefe de Estado espera que, en su mayoría, los ungidos estén alineados con los pilares de su proyecto político y para ello, como casi todo en política, será decisivo un factor: la chequera del Estado.

Este año electoral está marcado también por una situación sin precedentes: por primera vez Colombia tiene un presidente de izquierda al mando, quien no dejará pasar por alto su posición de poder y la robusta chequera que administra para concretar sus pretensiones. Se trata de un Presupuesto General de $405,6 billones, a los que se le suman $28 billones que llegarán con la tributaria y otros recaudos. Y con plata, anuncios y política es un hecho que buscará ganar terreno en las regiones a través de las urnas.

Muestra de ello es que al interior del Pacto Histórico –su coalición– se ha trazado la meta de ganar, como mínimo, 17 de las 32 gobernaciones del país. Para ello, el ministro del Interior, Alfonso Prada, ha venido alineando a senadores y representantes de las bancadas de gobierno para que muevan su poder e influencia territorial para lograr que se vote por el Pacto en las regionales.

Además de la plata del Presupuesto, el Gobierno cuenta con una palomilla decisiva: tendrá a su disposición $28 billones adicionales, según el Plan Financiero del Ministerio de Hacienda. Este dinero se prevé como fruto del recaudo de la reforma tributaria ($20 billones) y lo restante de un mejor desempeño económico al esperado en 2022 –según la cartera de Hacienda–, y representará un mayor margen de acción para el Presidente a la hora de ejecutar recursos. Está planeado que la mayoría de ese dinero se destine al gasto, lo que se traduce en que Petro tendrá más chequera disponible en pleno año de elecciones.

Al sólido músculo económico que tiene disponible para este año, el Mandatario quiere anexarle el político y para ello está tramitando a contrarreloj en el Congreso la reforma política con la que quiere poner sus propias reglas de juego al implementar cambios para poder arañar aliados y votos, por ejemplo, permitiendo cambiarse de partido por una única vez sin ser sancionado, saltar de la curul en el Congreso a un Ministerio, e imponiendo las listas cerradas. El Gobierno espera que todo esté aprobado antes de junio.

Recursos y votos

De acuerdo con las previsiones, $17 billones (57%), de los $28 billones adicionados para este año, serán destinados como una especie de colchón para que el Presidente y sus ministros tengan más disponibilidad de gasto, y lo restante se invertiría en subsanar el déficit de los subsidios a la gasolina a través del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, con $7 billones (25%), mientras que al pago de intereses de la deuda pública se le destinarían $5 billones (18%).

A pesar de que todavía es incierto en qué destinará el Gobierno esos $17 billones de gasto, el Jefe de Estado ha empezado a dar pistas de cómo se los gastará al amarrarlos a millonarios anuncios de inversión que, en algunos casos, han desatado polémica por su aparente falta de planificación. Un ejemplo es el subsidio al 50% del precio del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (Soat) para vehículos como las motos. La Casa de Nariño sacó pecho por este anuncio, pero la Procuraduría advirtió que podría desfinanciar el sistema de salud.

“Si disminuye el ingreso por Soat, disminuye la protección en salud y le correspondería, entonces, sacar del Presupuesto General el cubrimiento de esa siniestralidad. En el fondo, lo que se hace es seguir afectando a la salud, a los hospitales y el cubrimiento de las personas accidentadas con motocicletas y a los que están cubiertos con el Soat que va a ser objeto de la disminución en el pago. Esa es la gran preocupación”, planteó la procuradora General, Margarita Cabello.

Así como ocurrió con la subsidiada rebaja en el precio de ese seguro, cuyos recursos saldrán de lo que se recaude con la reforma tributaria, el Gobierno se la ha jugado por hacer anuncios de gasto adicional en temas que alivian el bolsillo de los ciudadanos del común. Se trata de una situación que, más allá de tener un trasfondo de buena intención, ha hecho que el Presidente quede “bien parado” y evite estallidos sociales en una época en la que necesita conquistar votos y calmar las críticas.

Chequera llena en elecciones

La principal fuente de ingresos adicionales para el Gobierno fue la reforma tributaria que Petro logró tramitar sin mayores inconvenientes en el Congreso gracias a que amarró las mayorías con acuerdos burocráticos con partidos como el Liberal, Conservador y La U, logrando así que el proyecto fuera aprobado en cuestión de tres meses desde su llegada a la Casa de Nariño.

Al sancionar la ley que le dio vida a este proyecto tributario, en diciembre de 2022, el Presidente aseguró que parte del dinero que se recaudaría tendría que ver “con la expansión de la educación, con la reforma agraria, con la justicia ambiental, con la transición energética y con una mayor adecuación del Estado para mejorar las finanzas públicas”, con lo que dejó abiertas las puertas para gastar estos recursos en diferentes asuntos.

Aunque planteó que la inversión social sería el pilar para destinar la billonaria suma de recaudo, el Jefe de Estado convirtió los $17 billones destinados para gasto en una especie de fondo que le ha dado margen de maniobra para comprometer plata con una seguidilla de anuncios de inversión con los que ha calmado los ánimos de quienes le reclaman por ver materializados los cambios que prometió en campaña.

En época electoral esto se traduce en una manera de ganar poder político y Petro –como los demás presidentes– ha sabido aprovechar su posición de poder como mandatario. En efecto, en sus primeros cinco meses en la Casa de Nariño ha hecho una frenética ola de anuncios de millonarias obras de infraestructura y programas de elevado costo, específicamente en las regiones, haciendo promesas de grandes proyectos de infraestructura como carreteras, universidades, trenes, compra de tierras para “democratizarlas”, entre otras.

Para esta labor, el Presidente se ha rodeado de un círculo de figuras políticas no solo de la izquierda, sino también de sectores tradicionales, que llevan a cuestas intereses electorales propios –algunos ligados a partidos– y ellos mismos han aprovechado esta billonaria chequera adicional para hacer pomposos anuncios que le ayudan al Gobierno en la búsqueda de popularidad. Además, con el fin de transmitir la idea de que hay un poder Ejecutivo descentralizado, que prefiere a las regiones, incluso, por encima de Bogotá.

Los rostros detrás del gasto

El primer gran anuncio de gasto de Petro de ese fondo adicional fue el del subsidio al precio del Soat. En esta popular medida, con la que se calmaron los paros de motociclistas, el Gobierno se gastará $2,8 billones de los $17 billones disponibles, y ese primer “cartucho” fue gastado con un mensaje de cumplimiento de promesas de campaña para los motociclistas.

Al anuncio de ese billonario subsidio le sacó provecho el Partido Conservador, ya que el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, es una cuota del director de esa colectividad, el senador Carlos Andrés Trujillo, quien se ha apropiado de los réditos de la gestión de la cartera de Transporte en el Valle de Aburrá.

Muestra de ello fue su protagonismo y celebración, a finales de octubre de 2022, con el futuro traslado de los peajes de Cabildo y Trapiche, al norte del Aburrá. “Gran noticia, lo logramos. Los peajes del Trapiche y Cabildo serán trasladados. Gracias a nuestro senador Carlos Andrés Trujillo y al ministro de Transporte por este logro tan importante para el Valle de Aburrá”, dijo en ese momento Diego Agudelo, alcalde de Girardota.

Sobre la cartera de Transporte, además, han recaído importantes anuncios de gasto, como los de la ampliación de diferentes aeropuertos del país, la construcción de una doble calzada para solucionar el bloqueo por derrumbe de la Vía Panamericana en el Cauca, así como el controvertido tren ligero que Petro prometió entre Buenaventura y Barranquilla, megaobras cuyas millonarias cifras de inversión no han sido especificadas por el Gobierno, pese a sus anuncios.

Por otro lado, la cartera de Educación del Gobierno se ha convertido en una especie de “fortín” para varias figuras políticas del denominado espectro de centro que se aliaron con Petro en la contienda presidencial. Este sector es precisamente el que tiene la chequera más grande en el Presupuesto General aprobado para 2023, ya que, de acuerdo con lo aprobado por el Congreso, el Gobierno le destinará solo para este año $54,8 billones.

La cara más visible del sector de Educación del equipo de Petro es el exministro de Salud y exrector de Los Andes, Alejandro Gaviria, quien lideró anuncios claves para el Gobierno, como el acuerdo con las universidades privadas para que no aumenten el precio de sus matrículas por encima del 12,2% en 2023. Además, concretó el aumento del 20% en la inversión reconocida por cada estudiante indígena en todo el país y aseguró que “se traduce en mayores recursos para la comunidad y la garantía del derecho a la educación”.

En este frente se suman otras dos figuras políticas. Por un lado, está el director del Icetex, Mauricio Toro, quien ha liderado una medida popular para los estudiantes como la condonación de deudas, entrega de alivios a 130.000 jóvenes y la reducción en las tasas de interés para unos 100.000 estudiantes. Por otro lado, el Sena, donde también hay una figura política: su director es Jorge Eduardo Londoño, quien tiene a su disposición un presupuesto superior a los $4 billones solo para este año.

Para el jefe de Estado puede resultar siendo un buen “negocio” el hecho de nombrar a estos tres políticos en esas entidades justo en tiempo electoral. Gaviria es una reconocida figura liberal que intentó llegar a la Presidencia el año pasado y también sonó para la Alcaldía de Bogotá, mientras que Toro y Londoño son dos figuras políticas provenientes de región y reconocidas al interior de la Alianza Verde. Toro fue representante a la Cámara por Bogotá, pero nació en Armenia, Quindío, mientras que Londoño fue gobernador de Boyacá, donde tiene su fortín político.

Otra reconocida figura política de región que también busca tener protagonismo es la vicepresidenta Francia Márquez (ver Para saber más), quien estará a cargo del Ministerio de la Igualdad a la espera de que esa recién creada cartera acapare el fondo de subsidios del Gobierno. De hecho, tendrán una adición presupuestal de al menos $10 billones, según lo anunciado por el presidente Petro en 2022.

Todas estas cuentas de ajustes de gasto tendrán que ser definidas en marzo en la adición presupuestal que tendrá que llevar el Gobierno al Congreso.

Pese a que el Jefe de Estado no puede participar de frente en la contienda, está claro que no perderá de vista los comicios regionales de octubre porque serán claves para afianzar sus políticas públicas en los territorios, donde buscará tener aliados que se alineen con sus directrices.

ANUNCIOS EXPRÉS SACADOS DE LA CHEQUERA

Cubrió la mitad del precio del Soat

El primer gran gasto imprevisto del Gobierno de Gustavo Petro fue el subsidio de la mitad del precio del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (Soat) para motos de menos de 100 centímetros cúbicos (cc); motos de 100 cc y hasta 200 cc. A ello se suman motocarros, tricimotos y cuadriciclos, motocarros de cinco pasajeros, autos de negocios, taxis y microbuses urbanos. Ante la presión de un paro indefinido en todo el país por parte del gremio de motociclistas, el Gobierno optó por concederles este beneficio, en el que invirtió $2,8 billones. El ministro de Transporte, Guillermo Reyes, trató de exprimirle el jugo a este anuncio y ante el millonario gasto del Gobierno incluso les pidió a los motociclistas que se manifestaran en apoyo al presidente Gustavo Petro. “Les decía que la manifestación, en el fondo, lo que tenía que ser es más una manifestación de gratitud para con un Presidente que cumplió una promesa de campaña”, planteó Reyes.

Congeló los precios de los peajes

Con la llegada del año nuevo y el aumento generalizado de los precios se empezaron a registrar protestas por el incremento de los precios de los peajes. Uno de los casos que más tuvo eco fue la manifestación de camioneros que bloquearon las entradas al Túnel de Occidente. Para frenar esta problemática, el Gobierno emitió un decreto con el que congeló los precios de los peajes manteniendo los valores de 2022. El presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, Juan Martín Caicedo, advirtió que se ponen en riesgo los proyectos viales, en especial a las denominadas IP (iniciativas privadas) que se financian exclusivamente con el recaudo de dichos peajes. “El Estado se verá abocado a compensar a los proyectos y entregar, con dineros provenientes del Fondo de Contingencias y presupuestales, el billón de pesos que aproximadamente estos últimos dejarán de percibir durante el año 2023”, planteó Caicedo.

Prometió solución para La Mojana

El Gobierno prometió en diciembre de 2022, durante los Diálogos Regionales Vinculantes, que hará una inversión de $1,8 billones para la solución a las inundaciones en la subregión de La Mojana, donde había manifestaciones de la comunidad ante esta problemática que se ha mantenido durante años. Según detalló la Casa de Nariño, los recursos destinados para este proyecto hacen parte del documento Conpes que dejó firmado el gobierno saliente, que serán invertidos en la mega obra de las compuertas hidráulicas para la regulación de las aguas de los ríos Cauca, San Jorge y Magdalena. “El Gobierno ratifica la inversión de $1.8 billones para la inversión integral de La Mojana y lo ratifica desde el Presupuesto General de la Nación y lo vamos a ratificar con el Plan de Desarrollo en esas vigencias futuras”, planteó la ministra de Ambiente, Susana Muhamad. Por ahora las comunidades siguen a la espera de esta mega obra y advierten que si el Gobierno no cumple, volverán a hacer protestas.

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