El pasado martes se conoció que Patricia Casas, esposa del precandidato a la alcaldía de Bogotá Hollman Morris, demandó penalmente al político por violencia intrafamiliar y abandono de sus responsabilidades económicas.
El escándalo, negado por Morris, llevó a que el senador y aliado político del precandidato, Gustavo Petro, le sugiriera apartarse de la carrera por la alcaldía de Bogotá. En el noticiero CM&, Petro aseguró que Morris “debe buscar un espacio de reflexión y de reconstrucción porque para poder asumir la tarea de liderar sociedades uno debe estar relativamente bien por dentro”.
No es clara si esta es una invitación a renunciar, pues el propio Morris la compartió a través de su cuenta oficial de Twitter.
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Morris había respondido a las acusaciones. Según afirmó, él da entre 9 y 12 millones mensuales para la manutención de sus hijos y aseguró que es víctima de una persecución judicial para frenar sus aspiraciones políticas.
Casas –quien desde hace dos años no convive con Morris– lo ha acusado de no ser coherente y marchar por la educación mientras, según ella, permite que su hija no tenga cómo estudiar.
La exfórmula presidencial de Petro, Ángela María Robledo, también se ha manifestado a través de redes sociales, donde señaló que desde su movimiento político rechazan la violencia contra las mujeres y que Morris tendrá que “dar explicaciones”.