La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina) lamentó la muerte de Antonio Roseto Degli Abruzzi, un turista italiano que fue mordido por un tiburón tigre en el sur de San Andrés.
No obstante, aclaró que el lugar en el que se encontraba, conocido como La Piscinita, es una “zona de conservación”, por lo cual invitó a los turistas y residentes del archipiélago a respetar el hábitat de las especies nativas.
Por medio de un comunicado, Coralina subrayó que después de que se conociera el fallecimiento del ciudadano italiano se activó un operativo conjunto con la Armada, la Policía y la Alcaldía de San Andrés para proteger a los tiburones.
Las autoridades están obligadas a garantizar el bienestar de estos animales. Desde hace 14 años, por medio de una normativa que se expidió para defenderlos de las acciones humanas, han logrado mantener una población considerable de tiburones tigre en el archipiélago.
La autoridad ambiental puntualizó que el tiburón tigre que atacó al turista italiano de 56 años permanece en las profundidades del mar durante el día y solo ataca si es perturbado por las actividades humanas. Por esa razón, indicaron que entrar a su hábitat no es adecuado y puede ser potencialmente peligroso.
Según testimonios recogidos por Coralina, el turista recibió advertencias de los isleños para que no entrara al agua, pero hizo caso omiso.
En esa medida, también le pidieron a la ciudadanía no arrojar alimentos al mar, porque pueden atraer animales a las costas, entre ellos tiburones. Además, recalcaron que la pesca con arpón está tajantemente prohibida en la zona.
Incluso, hicieron énfasis en que atentar contra la fauna que tiene protección es un delito en Colombia, por lo cual quienes traten de dañar a los tiburones tendrían que responder ante las autoridades competentes.