El presidente Gustavo Petro habló por alrededor de dos horas frente a una Plaza de Bolívar que no se llenó en su totalidad. Dijo varias cosas pero el grueso de su discurso estuvo dirigido a los congresistas, los alcaldes que han sido críticos a su gestión y a la convocatoria a la marcha de este 18 de marzo, y a los empresarios. “No más oligarquía en Colombia”, dijo.
También se refirió a Jesús por lo menos en 10 ocasiones y criticó en esa estrategia a las congresistas cristianas que anunciaron desde la semana pasada su voto para el archivo de la reforma laboral. Lo más duro llegó sobre el final de su intervención. “Si no, el pueblo los sacará del Congreso. No estoy hablando carreta. Los del M19 aprendimos a no hablar carreta”, dijo en referencia a lo que sucedería si el Senado no aprueba que los ciudadanos vayan a las urnas en la consulta popular que el Gobierno propondrá con una justificación y unas preguntas específicas y que deben tener la luz verde de la Plenaria del Senado.
El llamado para el inicio de la Consulta Popular de Petro
Al final, agregó que “empieza la consulta popular”. Este podría ser uno de los discursos más duros del mandatario hasta ahora. A su lado estuvo la senadora María José Pizarro con una camiseta que llevaba el estampado “Arriba los de abajo”, el exembajador de Colombia en Nicaragua, León Freddy Muñoz y el ministro de Educación, Daniel Rojas. También hizo parte de la tarima el sindicalista Fabio Arias, de la Central Unitaria de Trabajadores y otros congresistas del Pacto Histórico.
El presidente ha dado discursos similares atacando a los empresarios con nombre propio, pero este tiene la diferencia de enmarcarse en una advertencia explícita al Senado si no se aprueba la consulta del Gobierno. “Quienes han hundido las reformas que le traían dignidad al pueblo, odiando lo que se llama la justicia, gentes que levantan la cruz pero volteada (...) traicioneros vendidos al rico”, agregó.
Petro se refirió en numerosas ocasiones al “Jesús del pueblo y no al de las senadoras que usan para golpear al pueblo”. Su énfasis en ese tema se explica porque las bancadas de los partidos cristianos en el Senado fueron determinantes para que se archivara virtualmente la reforma laboral en esta oportunidad y la reforma a la salud en su primer paso también por el Senado.
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Usó además varios fragmentos de la biblia y acusó a los cristianos de “venderse al rico y no seguir los propósitos de Jesús”, una vez más. Permanentemente el presidente se refirió a posibles consecuencias de no aprobar la consulta popular. “corresponde al Senado de la República votar para permitir que el pueblo hable, porque le corresponde hoy al pueblo hablar y no va a permitir que lo callen. Primero se va a la clase política del Congreso que a callar el pueblo”, enfatizó.
Las críticas de Petro a los alcaldes en día cívico 18 de marzo
Otro de los puntos claves de su paso por la Plaza de Bolívar fue el cuestionamiento vehemente a los alcaldes que pidieron seguir trabajando con normalidad esta jornada. Al alcalde Carlos Fernando Galán, con quien ha tenido varias controversias, le dijo que “se encargara del agua de Bogotá”. Esto se suma a sus comentarios en redes sociales en los que se refirió a los alcaldes como “de la muerte y la miseria”, por sus críticas contra la reforma laboral y la convocatoria de la manifestación. Aunque no los mencionó directamente, los gobernantes a los que se refería son Federico Gutiérrez, Alejandro Eder y Galán.
Esos adjetivos son los más violentos que ha usado Petro hasta ahora. A la candidata Vicky Dávila también le dijo que tenía “el alma podrida”, en una secuencia de 40 trinos publicados el pasado lunes atacando con adjetivos cargados a todos sus contradictores.
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Varios liderazgos locales han dicho que es importante que la reforma laboral sea concertada y pueda enfocarse en la creación de empleo para superar las cifras de la informalidad, de alrededor del 60 %, y no en los obstáculos para los pequeños y medianos empresarios. Petro ha respondido que los cambios de la laboral son necesarios para garantizar más dignidad a la clase trabajadora y anunció la semana pasada que una de las preguntas de la consulta sería “si el día se acaba a las 6 de la tarde” para que a partir de entonces las horas laboradas tengan que ser pagadas como extras.
Otro de los elementos de la laboral es que haya pagos de un salario mínimo a los técnicos del Sena, que las mujeres tengan la posibilidad de hacer uso de una licencia por la menstruación, y otras particularidades para el trabajo rural y los dominicales. Un estudio del Banco de la República consideró que esta reforma podría traer la pérdida de más de 400.000 empleos por la elevación de los costos para empleadores.
Pero Petro ha desestimado esos argumentos insistiendo en que los empresarios deben dar la discusión. El debate terminó en la Comisión Séptima en donde el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, expuso la defensa del Gobierno sin éxito. Su colega de gabinete, el ministro del Interior, Armando Benedetti, dijo que “la consulta va porque va”. La laboral fue finalmente archivada con el voto de los ocho congresistas que lo anticiparon. Es probable que ocurra exactamente lo mismo con la reforma a la Salud que debería llegar a esta Comisión la próxima semana.