En la noche del pasado 18 de marzo fue asesinado en su vivienda el líder social Joaquín Emilio Jaramillo López, de 63 años de edad, quien era conocido en Sonsón como “El Cejiblanco”.
Joaquín fue abordado por hombres armados que llegaron hasta su vivienda ubicada en la vereda Piedras Blancas del corregimiento San Miguel, en este municipio del Oriente antioqueño, y le propinaron varios disparos. Información recogida en la zona, da cuenta de que a Joaquín intentaron llevarlo a un hospital pero murió en el sitio.
Para el líder y defensor de Derechos Humanos integrante de la Ong Coeuropa -nodo Antioquia-, Óscar Yesid Zapata, este asesinato es una situación grave porque“el contexto y la realidad que están viviendo los defensores en el país es muy dura; en Antioquia hay muchos grupos armados, generalmente paramilitares”.
Según información conocida por EL COLOMBIANO, en la zona donde fue asesinado el líder hay presencia de grupos ilegales herederos del Clan Isaza que se lucran del negocio del microtráfico, y “patrullan en las veredas y en el casco urbano del municipio”.
La secretaria de Gobierno de Antioquia, Victoria Eugenia Ramírez Vélez, precisó que el líder asesinado era el revisor fiscal de la Junta de Acción Comunal, y al parecer, no tenía amenazas.
“Hay varias hipótesis y una es que estamos abriendo época de elecciones y puede que estuviera en esos procesos, otra es que estuviera alineado con el microtráfico”, expresó Ramírez.
La funcionaria de la Gobernación manifestó que la Fiscalía asumió la investigación del caso.
Información recopilada por la Defensoría del Pueblo registra que entre el 1 de enero de 2016 y el 28 de febrero de 2019, han sido asesinados 462 líderes sociales en el país, y según al Fundación Sumapaz, seis de estos fueron muertos violentamente en lo que va del 2019.
