Sigue en boca de la opinión pública el tema del cese el fuego y la expectativa de si el Gobierno aceptará, más rápido que tarde, un acuerdo bilateral de suspensión de las acciones armadas. Y pese a que el presidente Juan Manuel Santos reconoció que las Farc han cumplido con la tregua unilateral, el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón reiteró que la fuerza pública seguirá atacando a las guerrillas, al indicar que el jefe de Estado pidió que la ofensiva militar continúe.
De todas maneras quedó servida sobre la mesa la idea de que, para el Gobierno, ya no procede la premisa de que se negocia en La Habana como si no hubiera conflicto, y se hace la guerra como si no hubieran diálogos. En síntesis, que la realidad de La Habana no puede estar desconectada de lo que pasa en le país.
Sin embargo, persiste la cautela porque la oficialidad se ha ceñido al lenguaje lacónico —de querer desescarlar el conflicto y no precisamente suspender ahora los operativos militares— al abordar semejante tema que despierta tanto interés y oposición.
Los negociadores llegarán a La Habana, posiblemente la próxima semana, con la tarea de acabar con el conflicto armado, y bajo el brazo tienen la primera responsabilidad de dirimir en la mesa de que primero se dé un desmonte gradual de las acciones ofensivas mientras la contraparte se mantiene en la postura del cese bilateral.
Viaje que está antecedido de la confusión que creó el excanciller israelí Schlomo Ben Ami, quien dijo en W Radio que tras la reunión de tres días, del Presidente con los negociadores y asesores, se había contemplado dar por terminado los bombardeos contras las Farc. Pinzón le salió al paso a esta discusión, criticó al político israelí y afirmó que el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la Policía siguen con la estrategia de desmantelar a todos los grupos armados ilegales:
“El excanciller israelí es un hombre importante en el mundo, muy apreciado y muy reconocido como un asesor, pero no es ninguna autoridad en Colombia. Tan simple como eso. Quiero ser franco y directo”.
También dijo Pinzón que “los grupos armados dejen la violencia, qué así sea, pero eso no es un favor, es un deber. Pero en la medida en que se cometan delitos las Fuerzas Armadas no están en condición de igualdad a ninguna organización ilegal porque son legítimas, tienen un deber”.
Mientras tanto la comisión negociadora de las Farc le sigue pidiendo al Frente Amplio por la Paz que verifique algunos hechos que a su juicio “ponen en peligro” el cese unilateral e indefinido, como los ataques contra los frentes 17, 25, 26 y 55. El cese ya ajusta 21 días.