El presidente Gustavo Petro regresó de la Cumbre de la Amazonía en Brasil con una “embolatada” más en su haber como mandatario. Al igual que pasó en Egipto en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en noviembre de 2022 y en París en la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial, no se supo de Petro por doce horas en Belém do Pará.
Si bien la puntualidad o las “perdidas” del mandatario han sido contantes desde que llegó a la Casa de Nariño, las explicaciones que dan al respecto apuntan a su agenda privada u optan por el silencio. En esta ocasión en Brasil, el Jefe de Estado no salió en la foto oficial de fin de la Cumbre de la Amazonía junto a Lula da Silva y otros mandatarios.
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Y no solo eso. No regresó a Colombia a la hora y el día que lo tenía programado en su agenda. El vuelo de regreso desde el gigante suramericano estaba previsto para las 8 de la noche del miércoles, pero se canceló y recién volvió al país el jueves a las 9:45 de la mañana aproximadamente.
¿Qué pasó con el presidente?
Esa es la pregunta que se han hecho periodistas, líderes políticos y opinadores de turno. En esta ocasión, la versión oficial apuntó a que no estuvo en la foto de la Cumbre porque estaba atendiendo virtualmente reuniones para abordar la denuncia que hizo la Fiscalía sobre un supuesto plan del ELN para asesinar al fiscal Francisco Barbosa; así mismo, que el vuelo de vuelta a Colombia se aplazó por motivos climatológicos que dificultarían las llegada a Bogotá.
Sin embargo, un repaso por la cronología del miércoles y jueves, la frecuencia de vuelos, el clima en esa zona del continente y las agendas de funcionarios de otros países dejan abierta la duda de si el aplazamiento del vuelo de retorno son verosímiles.
La foto de la Cumbre con los demás mandatarios y representantes de los demás países se tomó cerca de las 8:00 de la mañana (10 en Brasil), según mostró la transmisión de la televisión gubernamental de Brasil. Entre tanto, el presidente Petro estuvo ausente ahí y en su red social favorita (Twitter o X), en la que no trinó durante todo el día
Sobre las 4 de la tarde todo estaba dispuesto en el aeropuerto de Belém para que el avión presidencial despegara hacia Colombia dos horas después. Pero a esa hora informaron que el vuelo se cancelaba por mal clima que –si bien no pondrían en riesgo la seguridad del avión– hubiera ocasionado que el avión tuviera que devolverse a Belém.
El miércoles 9 de agosto, según la página Weather Spark, fue un día en el que la probabilidad más alta de que lloviera era del 8,1 % y la más baja de 1,2%. Y las horas en las que fue más probable que lloviera fueron entre las 2 y las 3 de la tarde. Así mismo, ese día se registró un volumen de lluvia de 3,8 milímetros (bajo).
De igual manera, The Weather Channel muestra que las condiciones climatológicas durante los últimos 10 días en el estado de Pará (donde está ubicado Belém) y los que están hacia el lado colombiano (Amapá, Amazonas y Roraima) han presentado cero milímetros (mm) de lluvias. De hecho, solo para el próximo domingo y lunes se presentará 1 mm de lluvias (nivel bajo).
Así estuvo el tráfico aéreo
Por medio de la herramienta Flight Radar 24, EL COLOMBIANO pudo constatar que entre las 6 de la tarde y las 9 de la noche del miércoles 19 aviones sobrevolaron el espacio aéreo del Estado de Pará desde y hacia Belém: 11 despegaron y 6 aterrizaron. Uno de los aviones que despegó desde allá fue un Airbus A320 de la aerolínea brasileña Azul Linhas Aereas con destino a Manaus antes de las 9 de la noche.
Esto quiere decir que el tráfico aéreo en esa zona de Brasil a la hora que tenía presupuestado salir el avión presidencial era uno común y corriente para esa zona.
Por otro lado, un cruce con las agendas públicas de otros representantes de los demás países asistentes también permite establecer que al menos dos viajaron a sus países ese mismo día. Este diario pudo establecer que el avión del gobierno de Venezuela –que tuvo su representación en la vicepresidenta Delcy Rodríguez– viajó desde Belém cerca de las 2 de la tarde; así como que la presidenta de Perú, Dina Boluarte, también regresó a su país ese día, pues sobre las 2:30 se encontraba liderando la sesión del Consejo de Ministros en Lima.
Todos estos hechos aupan las dudas sobre qué fue del presidente Gustavo Petro en esas horas que pasaron entre la foto de la Cumbre y su llegada al aeropuerto de Belém el jueves en la mañana para su regreso. Aún así, la secretaria de Prensa, María Paula Fonseca, insiste en que se aplazó el vuelo por el clima.
Lo concreto es que las respuestas a estas ausencias presidenciales no han sido claras y mientras sean así, se seguirán alimentando versiones no corroboradas sobre el estado de salud del mandatario y supuestas dependencias a sustancias legales e ilegales.
“Ser presidente no es solo hablar bonito”
En diálogo con EL COLOMBIANO, el analista y exconcejal de Bogotá, Juan Carlos Flórez, habló sobre las ausencias e impuntualidades constantes del presidente de la República. “La impuntualidad es un síntoma de desorganización porque ser puntual es indispensable para sacar tiempo para lograr lo que Petro se propone”, dijo.
Por otro lado, expresó que “Petro debería reconsiderar que lo que estaba bien cuando era senador, no está bien siendo presidente, cuya dignidad requiere unos deberes que priman sobre los caprichos personales”.
Finalmente, indicó que ese manejo del tiempo “implica no estar a la altura de los deberes para lo que los colombianos lo eligieron, porque ser un buen presidente implica trabajar duro y no solo hablar bonito”.
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