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“Pisda”, otra herramienta contra la coca

Ocho municipios del país que viven diferentes realidades por los cultivos de uso ilícito serán los beneficiados.

  • El programa Pisda es otra de las estrategias gubernamentales para reducir los cultivos de uso ilícito en el país que, según la ONU, en 2019 fueron de 154.475 hectáreas. FOTO Manuel saldarriaga
    El programa Pisda es otra de las estrategias gubernamentales para reducir los cultivos de uso ilícito en el país que, según la ONU, en 2019 fueron de 154.475 hectáreas. FOTO Manuel saldarriaga

Dar continuidad a lo hasta ahora hecho, o mejorar en lo que se ha avanzado en el plan de cambiar la siembra de hoja de coca por proyectos productivos, es el objetivo que el Gobierno ha planteado para los habitantes de ocho municipios en los que hay este tipo de plantaciones.

Se trata del Plan Integral Municipal y Comunitario de Sustitución y Desarrollo Alternativo (Pisda), que entró en vigencia en Cumaribo (Vichada); Barrancominas (Guainía); Rosas y Piamonte (Cauca); Dagua, Bolívar y El Dovio (Valle del Cauca) e Ipiales (Nariño), poblaciones en las que ya se habían adelantado planes de sustitución voluntaria, pero en los que hacían falta herramientas de participación para la formulación de alternativas productivas legales y otros componentes (ver cómo funciona).

“El Gobierno sigue en firme apoyando a las 100 mil familias, 400 mil colombianos, que están en proceso de haber dejado la coca y pasar a procesos que sí son lícitos. La gran mayoría de ellos están en municipios que ya tienen los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet) y tenemos ocho municipios que no (los mencionados), y para esos hemos iniciado el proceso de la construcción de los planes Pisda”, explicó el Consejero Presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio José Archila.

Participación activa

Desde la Alta Consejería explican que son las mismas comunidades las que tendrán una interacción directa en este proyecto de sustitución.

“Se trata de un proceso de participación entre las comunidades, Gobierno Nacional y las autoridades locales para formular e implementar los planes integrales de sustitución”.

El alcalde de Ipiales, Luis Fernando Villota, afirmó que estas alternativas que trae el programa Pisda “se convierten en ventajas de desarrollo”.

Añadió el mandatario local que en el caso de Ipiales, en el corregimiento Cofanía Jardines de Sucumbíos han beneficiadas 667 familias, “lo que ofrece recursos para la planificación territorial y participativa encaminada a la construcción de paz”.

Desde Barrancominas, la alcaldesa Norela Rodríguez Sandoval se mostró ilusionada de hacer parte de la estrategia para que “estos municipios como el nuestro estén dentro de la apuesta de la legalidad de nuestros mercados”.

Por su parte, Alberto Cabrera, líder del Núcleo Cisneros, en el municipio de Dagua, dijo que con el Pisda ve una “nueva opción para que las comunidades rurales puedan disfrutar de los beneficios de los acuerdos de paz a partir del desarrollo regional”.

El Consejero Archila recuerda que el eje principal del programa se ciñe en la participación articulada con las autoridades locales y la comunidad, en especial las asambleas comunitarias es absolutamente vital. “Para su realización se invertirán 621 millones de pesos, en 33 unidades básicas de planeación y se espera la participación de 3.200 personas”, añadió el funcionario.

Lo que dice la ONU

Las realidades son diferentes en las regiones donde se adelantará el Pisda como herramienta contra los cultivos de uso ilícito.

Según el último informe sobre el monitoreo de las hectáreas sembradas con coca en Colombia y que fue presentado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC, durante el 2019 el país tenía 154.475 hectáreas sembradas.

La situación en Vichada y Guainía, donde están ubicados los municipios de Cumaribo y Barrancominas, ya entró en consolidación de programas estatales, pues en esas regiones las hectáreas sembradas no pasan de 300: Vichada (245) y Guainía (22).

Otra historia se vive en los departamentos restantes donde se encuentran las poblaciones de Rosas, Piamonte, Dagua, Bolívar, El Dovio e Ipiales.

Según la UNODC, en Valle del Cauca se dio un alza en los cultivos entre 2018 y 2019 al pasar de 1.271 a 2.329 hectáreas sembradas con coca.

Mientras que Cauca y Nariño hacen parte de las zonas de alta densidad de cultivos en todo el territorio nacional. En el primer departamento mencionado hay 17.356 hectáreas mientras que en el otro hay 36.964.

56.916
ha. sembradas con coca suman las regiones donde están los 8 municipios: ONU
Ricardo Monsalve Gaviria

Periodista. Magíster en Comunicación de la Defensa y los Conflictos Armados de la Universidad Complutense de Madrid

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