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Moñitos, en peligro por la erosión marítima

Este municipio es uno de los 23 puntos críticos identificados en el país. Esperan ayuda nacional.

  • En el corregimiento de Bahía Rada, en Moñitos (Córdoba), la erosión costera obligó a 20 familias a desalojar la zona. FOTO cortesía de la comunidad.
    En el corregimiento de Bahía Rada, en Moñitos (Córdoba), la erosión costera obligó a 20 familias a desalojar la zona. FOTO cortesía de la comunidad.
  • Cerca de 4.000 personas de los dos corregimientos se verían afectadas si continúa la erosión, según la comunidad. FOTO cortesía.
    Cerca de 4.000 personas de los dos corregimientos se verían afectadas si continúa la erosión, según la comunidad. FOTO cortesía.
05 de abril de 2021
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En la costa de Moñitos, Córdoba, pareciera que los muertos eran los que frenaban la erosión. Porque cuando el mar se tragó las bóvedas y lápidas del viejo cementerio, comenzó un incontenible proceso de degradación costera que, 12 años después, sigue comiéndose la playa, la vía y las casas de la orilla.

La historia la conoce bien Remberto Burgos, un veterano de 75 años, quien fue alcalde del pueblo y hoy funge como secretario de Desarrollo Económico de la Alcaldía. Se crió en el corregimiento Santander de la Cruz, una de las áreas que más peligra por la erosión marítima en Colombia.

“La cabecera del corregimiento se ubicaba entre dos salientes, Punta Coquito y Punta Cementerio. Esta última fue destruida por la marea, tocó reubicar cadáveres y osarios, y a partir de eso no hubo nada que contuviera el oleaje. Empezó la erosión, desapareció la playa y el sendero peatonal que usábamos para ir de un lado a otro”, manifestó.

Otro de los corregimientos de Moñitos con este problema es Bahía Rada (o La Rada), donde en el último año la corriente arrasó 23 viviendas y cabañas, según Nilson Mercado, artista vallenato y líder social de la localidad. “A 20 familias les tocó irse damnificadas, y algunas están viviendo de arrimadas en partes altas”, señaló.

En noviembre de 2020, cuando el huracán Iota azotó el mar Caribe, poderosas olas impactaron contra la ya deteriorada costa, que se deshizo en varios tramos, llevándose otra vivienda y palmeras, a pesar de los esfuerzos de la comunidad.

En Moñitos, un poblado de 25.000 habitantes, no está desarrollado el turismo. El 80 % de sus residentes, según el secretario Remberto, viven de la agricultura (plátano, yuca, ñame, mango, guayaba y maíz) y de la pesca artesanal. Tal vez sea por esa ausencia de visitantes por lo que poco figura en el panorama nacional.

“Aquí hay muchos discursos de políticos, que se quedan en pañitos de agua tibia, mientras nuestras comunidades están en riesgo de desaparecer”, profirió Nilson.

Diagnóstico nacional

La emergencia de Moñitos no es la única documentada en el país. EL COLOMBIANO consultó a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) para obtener el diagnóstico nacional, constatando que a lo largo de las costas hay otros sitios con afectaciones similares.

En su respuesta, Lina Dorado, subdirectora para el Conocimiento del Riesgo, citó tres estudios realizados por entidades expertas, que han analizado el fenómeno: el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis (Invemar) y la Comisión Colombiana del Océano; así como el Plan Maestro de Erosión Costera de Colombia, realizado por el Ministerio del Medio Ambiente, la Agencia Empresarial de los Países Bajos y otras instituciones académicas y ambientalistas.

Estas investigaciones recogieron información desde 2003 hasta la fecha, determinado que los mayores deterioros en la Costa Atlántica se observan en la franja cordobesa (Moñitos, Puerto Escondido, Los Córdobas, San Bernardo del Viento y San Antero); San Onofre (Sucre); Arboletes y San Juan de Urabá (Antioquia); varias islas y playas de Bolívar, como Barú, Playa Blanca, Islas del Rosario, Punta Canoas y Tierra Bomba; Manaure y Riohacha (La Guajira).

La lista continúa en la Costa Pacífica, con Nuquí, Bajo Baudó y Litoral del San Juan (Chocó); una porción de la costa valluna (La Bocana, Punta Soldado y La Barra); y dos sitios del departamento de Nariño (Mulatos y Vigía).

En lo que tiene que ver con la Ungrd, Dorado indicó que “como entidad coordinadora del Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, promovemos la activación de planes de contingencia sectoriales y estrategias de respuesta de nivel departamental, municipal y distrital ante los diferentes eventos que se presentan en el país durante la temporada. Al ser una responsabilidad de todas las entidades territoriales, todas realizan la respectiva activación acorde a las condiciones de cada territorio”.

Agregó que “se cuenta con el Plan Nacional de Contingencia ante la Primera Temporada de Lluvias 2021”, desde el cual se coordinan esas respuestas.

A propósito de la actual temporada de aguaceros, que inició el 1 de marzo y va hasta el 16 de junio, según el Ideam, el balance de la Ungrd precisa que van 230 municipios afectados en 21 departamentos, por 380 eventos (derrumbes, inundaciones, vendavales, avenidas torrenciales, etc.), que dejan 46 muertos, 30 heridos y 15 desaparecidos. Las familias afectadas son 4.674, con corte a marzo 30.

¿Y Moñitos qué?

Para el caso de Moñitos, el Plan Maestro de Erosión Costera de Colombia propuso en noviembre de 2017 que debía hacerse una mitigación en Bahía Rada y Santander de la Cruz, consistente en la recuperación de los manglares (que regulan la entrada de agua a la costa), un proceso que avaluó en $1.125 millones en aquel momento; asimismo, recomendó reubicar – en el largo plazo – a los habitantes de 50 viviendas.

Sin embargo, “hasta ahora no ha habido ninguna intervención”, comentó Enrique Navarro, presidente de la Mesa de Integración Regional del Margen Izquierdo del Río Sinú y la Zona Caribe. En esta agremiación se reúnen líderes sociales de varios municipios de Córdoba y Sucre.

El dirigente le contó a este diario que la esperanza para la recuperación del territorio está en el llamado Pacto del Golfo de Morrosquillo, firmado el 2 de julio de 2020, entre el Gobierno Nacional y ocho municipios de los dos departamentos.

La promesa fue que la Casa de Nariño invertiría $350.000 millones para potenciar esta zona como destino turístico, construyendo un acueducto regional, un hospital y las obras necesarias para mitigar la erosión costera.

Remberto, desde la Alcaldía, señaló que también están esperanzados en la pavimentación de 55 kilómetros de la vía Moñitos – Santa Lucía, lo que dejaría al pueblo a tan solo 45 minutos de la capital de Montería, facilitando su desarrollo comercial y turístico.

Las urgencias de la pandemia, al parecer, han retrasado estas inversiones, por lo que los pobladores siguen en su larga espera, mientras el mar se les va comiendo la costa centímetro a centímetro

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