“Hemos liberado a Santander de uno de los peores delincuentes, que enlutó a docenas de hogares, a cuyos dolientes hoy les podemos decir que esos crímenes no quedaron en la impunidad”.
El general William Salamanca, director de la Policía Nacional, no ahorró palabras en contra de Enrique Bautista Reatiga, alias Poporro, el pez gordo capturado el pasado domingo en una operación internacional en México, y quien ya fue trasladado a Colombia.
De acuerdo con el prontuario que las autoridades expusieron este martes, en un consejo de seguridad en Bucaramanga, “‘Poporro’, oriundo de Santander, había iniciado sus actividades criminales en 2006, como miembro de un grupo armado organizado, pero dos años más tarde decidió crear su
propia organización criminal, denominada ‘Los del Sur’, dedicada a actividades de microtráfico, extorsión y sicariato en los dos Santanderes”.
Durante varios años coordinó plazas de vicio en Florida Blanca y Bucaramanga, hasta que las guerras contra otras bandas, como “los Chitos” y “los de la Loma”, lo obligaron a esconderse en el exterior, dejando atrás un reguero de por lo menos 30 muertos.
Según los seguimientos que le venían haciendo, se ocultó en México, donde consolidó contactos criminales con miembros de los carteles de Tijuana y Jalisco Nueva Generación. Pero no solo se dedicó al narcotráfico transnacional, sino que estableció un nuevo negocio: el tráfico de migrantes por la frontera entre México y Estados Unidos, los cuales tenían su punto de contacto en Colombia y provenían de Venezuela, Perú, Chile, Ecuador y Panamá.
“Los contactaba a través de una docena de cuentas de WhatsApp, a nombre de ‘Don Antonio’, desde donde les ofrecía trasladarlos a la frontera con Estados Unidos por precios que oscilaban entre los 5.000 y 8.000 dólares. El periplo comenzaba en Bogotá, de donde eran trasladados vía aérea al aeropuerto Internacional de Cancún y, posteriormente, llevados a varias ciudades de los estados de
Quintana Roo y Yucatán en caletas de camiones, autobuses y carros de servicio público”, reportó la Policía en su informe.
Los viajes, que podían durar hasta tres días, eran en condiciones infrahumanas. Después los ocultaban en fincas en Tijuana, hacinados en grupos de hasta 30, para luego iniciar una peligrosa caminata por el desierto, cargando 20 kilos de cocaína; algunos incluso tenían que injerir cápsulas del estupefaciente (de 20 a 30).
El informe policial recalca que “luego, en coordinación con ‘coyotes’ al servicio de sus socios de la mafia mexicana, los migrantes iniciaban el paso fronterizo, realizando desplazamientos diurnos y nocturnos, vestidos con prendas camufladas, con el fin evadir los controles de las autoridades. Una vez lograban cruzar la frontera, los delincuentes obligaban a los migrantes a grabar un video de agradecimiento a ‘Don Antonio’, como estrategia publicitaria para difundir en las redes sociales”.
En la captura de “Poporro”, que se realizó en un apartamento de Cancún, participaron las Fuerzas
Especiales del Reino Unido, la Secretaría de Marina de México, la Fiscalía de Estado de Quintana Roo y el Instituto Nacional de Migración mexicano.
El delincuente está en un calabozo de la Dijín, en Bogotá, mientras le resuelven la situación judicial. En Colombia tiene procesos penales por concierto para delinquir, tráfico de armas y estupefacientes, homicidio agravado y tráfico de migrantes.
“Esta captura significa demasiado para los bumangueses, los que vivimos en esta ciudad aplaudimos la labor de la Policía y la Fiscalía, y de todos los que han participado en esta operación”, exclamó el alcalde de Bucaramanga, Jaime Beltrán.