Tres profesionales médicos fueron imputados por la Fiscalía General de la Nación, bajo los cargos de homicidio culposo por su presunta irresponsabilidad médica.
De acuerdo con el ente investigador, una psiquiatra, un intensivista y un enfermero fueron imputados en dos casos diferentes por los fiscales de la Unidad de Vida de la Seccional Tolima, luego de hallar suficiente material probatorio en contra de los profesionales.
El primer caso tiene que ver con la responsabilidad de la psiquiatra en la muerte del ciudadano Jorge Eduardo Rodríguez, quien fue ingresado el 10 de enero de 2018 a las urgencias de un hospital de Ibagué, tras presentar un episodio psicótico agudo y agresivo.
Luego de ser hospitalizado en la Sección Mental del centro asistencial, Rodríguez fue valorado por la psiquiatra imputada, quien según la Fiscalía incrementó la dosis de los medicamentos que ya le habían recetado al paciente sin una valoración médica idónea, meticulosa y diligente, pues la dosis ordenada por ella superaba lo establecido en las guías médicas.
Dicho aumento en la medicación habría derivado en la muerte de Rodríguez el 18 de enero de 2018, al parecer producto de un paro respiratorio, sostuvo la fiscal en la audiencia de imputación.
Los otros dos imputados
En el segundo caso, la Fiscalía nuevamente imputó similares cargos contra un intensivista y un enfermero por la muerte del señor Eduardo Miranda Vargas, el 16 de febrero de 2016, días después de habérsele practicado una cirugía en su columna vertebral.
De acuerdo con la Fiscalía, el 13 de enero de 2016, tras ser operado Miranda fue trasladado a una Unidad de Cuidados Intermedios, donde fue valorado por el intensivista imputado, quien sería el especialista responsable de su cuidado postoperatorio.
Durante la noche el paciente se quejó por falta de sensibilidad y motricidad en sus piernas, situación que informó el enfermero al médico. Este, de forma verbal, le ordenó administrarle un ansiolítico oral —interpretando la queja del operado como una manifestación de ansiedad— al parecer sin habérsele realizado un examen físico al paciente para tal medicación o para descartar otra causa de su malestar.
El 14 de enero, Miranda comenzó a presentar un grave desmejoramiento en su salud que lo llevó a presentar una cuadriplejia y un deterioro neuronal que un mes y tres días después lo llevaron a la muerte.
Para la fiscal encargada del caso, la atención recibida por el paciente fue deficiente, pues el objetivo principal de su hospitalización en la Unidad de Cuidados Intensivos era el seguimiento neurológico, lo cual no se le habría brindado ni por el especialista ni por el enfermero.
Además, en la historia clínica se evidenció que en el turno de la noche del 13 de enero y la madrugada del 14 de enero de 2016, no quedó registro de revista al paciente para determinar su condición neurológica. En este caso, igualmente, para la fiscal hubo otra falla en el rigor médico por parte de ambos procesados, ya que ninguno habría dedicado al paciente el tiempo necesario para su evaluación adecuada para lograr un diagnóstico certero.
Por último trascendió que por ahora ninguno de los tres procesados en ambos casos aceptó los cargos imputados. La próxima audiencia será de acusación.