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El Ministerio del Trabajo en alianza con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Politécnico Grancolombiano y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), se unieron para desarrollar un programa de formación para el trabajo dirigido a la población víctima del conflicto armado del país como estrategia que permita mitigar las barreras de acceso al empleo formal.
El programa denominado Formándonos para el Futuro surgió el año pasado pero ante la aparición de la pandemia migró hacia el aprendizaje virtual, lo cual supuso la entrega de un auxilio de conectividad a cada uno de los 1.500 participantes, en 30 ciudades y municipios, permitiéndoles contar con acceso a internet aún en zonas rurales del territorio nacional.
De esta forma los estudiantes continuaron recibiendo sus clases a través de contenidos dinámicos como foros, tareas y cuestionarios, interactuando en tiempo real en la plataforma Q10 y otras plataformas utilizadas por las IETDH, las cuales apoyan la gestión de la educación virtual facilitando la comunicación con sus compañeros y docentes, y permite cerrar las brechas digitales de accesibilidad promoviendo el uso de las TICS.
El programa consta de cinco componentes: sistematización, evaluación, acompañamiento sicosocial, política pública y comunicaciones.
Los profesionales de los equipos psicosociales en cada uno de los territorios vienen desarrollando talleres de habilidades para el trabajo y la vida con temáticas que le apuntan a la identificación y el fortalecimiento de las capacidades de los estudiantes. Los jóvenes participantes han aprendido, por ejemplo, sobre networking y formación para el emprendimiento con un enfoque en las industrias creativas.
Otro componente fundamental corresponde al cuidado emocional de cada uno de los actores que intervienen de Formándonos para el Futuro, como respuesta a la Resolución 1166 de 2018 del Minsalud, la cual hace énfasis en el cuidado emocional y capacitación del talento humano que trabaja con población víctima. Para esto, se han generado espacios de articulación con la Unidad para las Víctimas con la finalidad de realizar procesos de formación para el equipo de profesionales presentes en todos los territorios donde se implementa el programa.
El Gobierno apunta a que esta sea otra estrategia que repercuta directamente en la reactivación económica de los territorios, sobre todo en zonas rurales.