El fiscal séptimo de la Unidad de Lavado de Activos, durante la audiencia pública de este martes, presentó acusación contra la exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe Silvia Gette Ponce, como presunta responsable del delito de abuso de confianza calificado.
La reunión entre la acusada y ente acusador se realizó en la sala de audiencias número 11 del Centro de Servicios Judiciales de Barranquilla.
El proceso se generó a raíz de la denuncia instaurada por el centro de estudios superiores, en los que se precisa que Gette Ponce, siendo rectora, se hizo un autopréstamo que ahora le ha generado a la institución pérdidas de unos mil 300 millones de pesos.
El abogado de la Universidad Autónoma del Caribe, Daniel Largacha, precisó que esos recursos “se desviaron para el pago de impuestos, de leasing, declaraciones de renta, pago de prediales de los apartamentos que aún están en su poder, entre ellos el de 900 metros cuadrados donde la señora Gette Ponce cumple su condena por el delito de soborno”.
Largacha también manifestó que la exrectora está vinculada, refiriéndose a una presunta apropiación ilegal del dinero producto de la compra de la ficha del Atlético de la Sabana, de Sincelejo, para el Uniautónoma Futbol Club, a la “adulteración de documentos para así disfrazar el retiro de recursos en cuantiosas sumas en efectivo, que terminaban en manos de los escoltas de la señora Gette Ponce”
Silvia Gette expresó que Barranquilla sabe cómo fue su trabajo en la universidad y que todo se trata de un complot contra ella. “Se han quedado con la universidad y, bueno, que la disfruten, que la tengan (...) ¿Entonces, cada empleado que pida un préstamo en la empresa donde trabaja va a hacer abuso de confianza?”.
La juez octava Penal Municipal decidió suspender la audiencia hasta el próximo 26 de mayo, ya que se deben analizar las pruebas proporcionadas por la Fiscalía.
La exrectora también se refirió a su lugar de residencia, un enorme apartamento del edificio Bellagio, frente al Parque Rosado, en el norte de Barranquilla. Ese lugar ha sido escenario de programas de televisión y actualmente se han revelado detalles sobre los lujos que tiene.
“Yo vivo en mi casa antes del proceso, después del proceso, esa es mi casa y ya. Cada uno vive en la casa que quiere vivir, que puede vivir y que le gusta vivir y que trabajó para tenerla”, agregó.
La exrectora se encuentra en ese apartamento desde el 15 de septiembre del año pasado cuando fue trasladada por personal del Inpec desde el centro de reclusión femenino El Buen Pastor, de Bogotá.
Allí paga su condena por el delito de soborno en hechos ocurridos cuando le envió con su abogado, Arcadio Martínez, al desmovilizado jefe paramilitar Edgar Ignacio Fierro, alias “don Antonio”, una suma de dinero con la intención de que este cambiara su testimonio en el proceso por el homicidio del ganadero Fernando Cepeda. Martínez también fue condenado por este mismo delito.