Tiempos, costos, empleabilidad. Son varios los beneficios que se encuentran al estudiar una técnica.
1. Formación en el hacer en dos años
Una carrera técnica tiene una duración, en promedio, de dos años. En este lapso el estudiante recibe la formación y capacitación necesaria para ingresar de inmediato al mundo laboral, con todos los conocimientos necesarios para desempeñarse eficazmente en las labores y tareas asignadas.
2. La empleabilidad de los técnicos es alta
Las actuales condiciones del mercado juegan a favor de los egresados de los programas técnicos, pues se valora en las empresas el saber hacer, es decir, el conocimiento y las destrezas para realizar tareas puntuales.
Una investigación de Fedesarrollo, retomada por el Cesde, encontró que quienes han cursado programas técnicos o tecnológicos tienen entre siete y 10 por ciento más de probabilidades de conseguir empleo.
3. Es posible seguir estudiando
Graduarse de un programa técnico no significa que es el punto final de la formación profesional y académica. Los actuales planes de las instituciones técnicas y del Ministerio de Educación Nacional apuntan a la continuación de la formación hacia nuevos niveles.
No se trata ya, solamente, de los ciclos propedéuticos y la profesionalización, sino de la posibilidad de acceder a programas de posgrado
