El 27 de agosto de este año, Santiago Álvarez, un estudiante del corazonista se presentó a realizar las Pruebas Saber 11. Usualmente ante este tipo de situaciones, dice, suele estresarse, pero ese día en particular estaba extrañamente tranquilo.
Unos meses después, el pasado 11 de noviembre, la calma le dio paso a la adrenalina y a unos latidos fuertes del corazón: felicidad.
Desde el primer año estuvo vinculado al colegio El Corazonista, del cual este fin de semana recibió sus grados como bachiller. A diferencia de muchos jóvenes, Santiago se interesó por todas las materias que tenía.
Doce años de estudios y la formación de sus padres, asegura, lo pusieron en la posición que a veces le es difícil asimilar: el puesto número ocho a nivel nacional de las pruebas Saber 11 y el mejor puntaje en Antioquia.
“Me vi muy sorprendido cuando me dieron la calificación, pero me había puesto la meta de ser el mejor del colegio, sacar muy buen Icfes. Cuando vi la puntuación todos los compañeros me felicitaron”, cuenta.
Para llegar bien a las pruebas es todo un proceso, asegura, pues “uno no puede decir que va a estudiar para las Saber porque no va a funcionar. Yo hice el curso de pre-icfes en el mismo colegio y eso fue todo”, explica y agrega que el curso de preparación puede no ser suficiente, ya que es un proceso largo de estudio que se construye con años.
Reconocimiento nacional
La hazaña de Santiago, que empezó como una meta desde principio de año, lo llevó a Bogotá a recibir el reconocimiento del Presidente de la República y el Ministerio de Educación en la “Noche de los Mejores”, junto a otros 50 pares estudiantes que destacaron por su conocimiento en las pruebas.
El mismo presidente Juan Manuel Santos le colgó la medalla de distinción y le estrechó la mano, no sin antes resaltar la inteligencia de los asistentes al evento. Allí sentados, los dos paisas que quedaron entre los mejores puntajes escuchaban atentos como el mandatario les decía: “colombianos talentosos”.
Así, mientras la noche de elogios transcurría y la entrega de una beca Andrés Bello para instituciones de educación pública se materializaba, Santiago se adelantaba en el tiempo y ya pensaba en su próxima meta: la universidad.
Estudiar para ayudar
Por su gusto en distintos campos del conocimiento, el hoy bachiller tiene claro que su carrera debe ser algo que las abarque todas.
“Quiero estudiar Ingeniería Biomédica en la Escuela de Ingeniera de Antioquia”, detalla, a pesar de que la beca que recibió, es para universidades públicas.
“Realmente porque reúne muchas cosas que me gustan, me gusta el área de la biología y las ingenierías, cierta parte de la salud y una parte humana que es algo que me encanta”, admite sobre su futura carrera.
809
jóvenes de todo el país accedieron a la becas por buen puntaje en las pruebas.