La firma del Acuerdo de Paz con la antigua guerrilla de las Farc se constituyó en uno de los acontecimientos más importantes en la historia del país. Fue el resultado de múltiples acuerdos y compromisos de ambas partes, y no era para menos. Esa guerrilla llevaba más de 50 años sometiendo a la sociedad civil e impartiendo violencia a diestra y siniestra. Fue gracias a las garantías, que para su futuro primaban en el acuerdo, que miles de insurgentes entregaron las armas y se reintegraron a la vida civil.
Cerca de siete años han pasado desde la histórica desaparición de las Farc y sus exmiembros ven con preocupación que no ha habido una total implementación de lo acordado, denuncian incumplimientos, pero sobre todo, advierten que los proyectos productivos, de los que obtienen su sustento diario, están en riesgo de fracasar porque, hace siete años cuando fueron pensados, no se consideró un factor determinante como la tasa de inflación en el país.
“Hoy más del 70% están en riesgo de fracaso, por un factor mínimo y que no se tuvo en cuenta al momento de entregar los proyectos, la sostenibilidad del mismo a largo plazo, esa sostenibilidad implicaba que había que tener en cuenta la tasa de inflación que presentaba el país o la economía cada año, que generalmente lo que vemos es que siempre fluye entre un 10 y un 11% para que de alguna manera puedan ser autosostenibles los proyectos. Eso no se tuvo en cuenta. Al no tenerse en cuenta eso y subir la inflación, nos encontramos que los costos de producción se incrementaron, pero el proyecto sigue siendo el mismo. Entonces, esa realidad la enfrentamos casi todos los proyectos de incorporación”, reveló a este diario, Jhan Moreno, desmovilizado y líder comunitario en el Cauca.
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Para Jhan, es crucial que el Gobierno comprenda lo que viene pasando con los proyectos; dice que en su caso no hay riesgo de fracaso pero sí de que queden desfinanciados, que en teoría sería lo mismo.
“Nosotros tenemos un proyecto de cerdos que su infraestructura fue aprobada con un presupuesto de 742 millones de pesos, una obra con dos galpones, capacidad para una cantidad de cerdos y hoy nosotros al terminar la obra al 100% nos dimos cuenta que la obra nos valió 2700 millones de pesos y que lo que logramos, con lo que nos dieron solamente representaba el 30-31% del valor real del proyecto en la obra, no contando la producción. Entonces, cuando tenemos que enfrentarnos a esa situación uno dice, bueno tengo dos opciones, o construyo infraestructura y tengo que salir a buscar más plata para poder terminar de construir o hago proyectos que sean sostenibles productivamente que no tengan que ver con obra”, detalla.
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Advierte además que los costos han variado y de ahí basa el argumento de la inflación y la importancia de haberla considerado durante la planeación.
“Nos entregaron un proyecto de ganadería con capacidad para una cantidad de promedio, si no estoy mal, eran cerca de 200 novillos que teníamos que tener un sistema pastoril, era un sistema de pastoreos, nos dieron presupuesto para comprar los 200 novillos a un precio de 3.800, 4.000 pesos el kilo en pie, era el promedio que nosotros teníamos para comprar los terneros, pero resulta que cuando fuimos a la práctica nos costaban 8.300 pesos comprar el novillo, entonces significa que el proyecto quedaba desfinanciado de manera inmediata, si me daban plata para 100 novillos solo me alcanzaba para 50, o si me daban para 50 solo me alcanzaban para 25”, añadió.
Aunque reconoce el esfuerzo de los gobernantes por sacar adelante el proceso, afirma que ninguno lo ha entendido, por ello se enfrentan a la situación actual. Jhan es líder activo entre los desmovilizados, conoce bien el proceso, su alcance e impacto. Conversa con sus compañeros, tiene la claridad y cuentas claras para apalancar sus argumentos sobre el escenario al que se enfrentan, no solo en productividad, sino de manera global.
“La importancia de una comprensión de la sostenibilidad de la reincorporación en términos de tener en cuenta cuando el proyecto puede llegar a punto de equilibrio y cuando el proyecto se hace autosuficiente, eso no se ha hecho. Debo reconocer un esfuerzo grande que está haciendo la Agencia de trabajar en la sostenibilidad de esos proyectos, es apalancar los proyectos para cubrir esa necesidad al menos hasta que ellos lleguen a punto de equilibrio”, agregó Moreno.
A la situación de los proyectos y su posible fracaso, se suman las recientes alertas de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia que advirtió la ausencia de garantías en el acceso a una vivienda propia para los reincorporados.
En efecto, desde el gobierno del expresidente Iván Duque se planteó la posibilidad de que los predios –en los que se ubicaban los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR)– fueran comprados y adecuados para las viviendas de los excombatientes. El plan implicaba la construcción de 521 viviendas para los excombatientes y una inversión de 50.000 millones de pesos. El gobierno de Duque terminó y asumió el presidente Gustavo Petro. Entre ambas gestiones solo han podido construir 37 viviendas –todas en Cauca–, según la ONU.
“Son factores que desaniman al colectivo y lo dispersa todos los días. Y cuando tú tienes una expectativa y esa expectativa fracasa, generalmente esa expectativa se convierte en una frustración. Y lo que pasó en el proceso de reincorporación es que existe una frustración colectiva frente al proceso, a la implementación del proceso de reincorporación, que solo se puede cambiar con dos cosas: tierra y vivienda, ligada a ella, proyectos articulados con el sector productivo, que en este caso es el sector empresarial, y la institucionalidad. Porque hoy vemos una de las realidades y es que hay proyectos productivos muy buenos, económicamente, incluso productivamente, pero cuando van a la comercialización fracasan”, analizó Jhan.
Hoy por hoy, según Jhan, en todo el país hay 124 puntos de reincorporación y cuando se firmó el acuerdo de paz eran solo 24.
“Qué nos está diciendo eso? Que nos dispersamos y que la población en proceso de reincorporación pasó de ser una reincorporación colectiva a una reincorporación individual”, concluyó.