David Racero pasó de ser uno de los símbolos del cambio a uno de los activos tóxicos del proyecto del presidente Gustavo Petro. Su caso podría ser de estudio en el marketing político. Racero era visto como un joven que en los próximos años podría ser presidente. Hoy esa posibilidad no existe. El congresista dinamitó él mismo su reputación en la política con las prácticas clientelistas y el trato que le daba a sus empleados en audios que envió a personas cercanas.
Pero la historia de Racero va más allá del fruver y de los acuerdos de burocracia para hacer enroques entre Colombia Compra Eficiente y Positiva, escándalos que lo tienen en el centro de las lupas y de la mira de la justicia.
A Racero no se le puede entender en su carrera política si no es al lado de José Luis Mayorca, su tío que hizo política antes que él y que fue accionista de la poderosa EPS Medimás. Esta terminó intervenida y liquidada por numerosos escándalos de corrupción.
Racero también tendría que explicar a la Corte Suprema por qué la Cámara de Representantes contrató en su Presidencia en 2022 a varios contratistas que terminaron haciéndole extrañamente campaña a Mayorca para la Gobernación del Cesar.
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El papel del tío de Racero en la política
Mayorca es un exitoso empresario del sector salud. La historia de Medimás es célebre por los excesos y las irregularidades y se consolidó como uno de los peores ejemplos de le prestación del servicio en el país tras heredar a los afiliados de Café Salud, antes Saludcoop, por todos los casos de corrupción que en esa última EPS persistieron.
Mayorca volvió a sonar en la opinión pública porque de repente apareció en una reunión del alto Gobierno con la ministra Carolina Corcho cuando se estructuraba la reforma a la salud. Luego, como lo reveló EL COLOMBIANO, varios familiares de Racero y de Mayorca terminaron contratados en entidades centrales del Gobierno. El Ministerio de Educación, la Agencia Nacional de Tierras, el Ministerio de Cultura, etc.
Ader Trillos es un comunicador social de Valledupar. Recibió un contrato el 19 de agosto de 2022 en la Cámara de Representantes para la prestación de servicios de apoyo a la gestión logística de actividades de participación y pedagogía ciudadana planificadas y estructuradas por la Presidencia de la Cámara de Representantes. El contrato fue por cuatro meses por alrededor de 12 millones de pesos.
Pero lo extraño es que, cuando finalizó el contrato, Trillos pasó en su informe de gestión en la Cámara de representantes actividades que no tenían que ver con su contrato en la Cámara, sino con la campaña del tío Mayorca.
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En su propio informe de gestión el contratista llevado por Racero puso fotografías de la campaña a José Luis Mayorca que tenía el eslogan “Arriba Cesar” y citó el arroba de varias personas que hacían parte de la campaña de Mayorca.
Esas fotografías fueron tomadas en una actividad electoral el 22 de agosto de ese año que empezaba a acondicionar la campaña del tío de Racero, “arriba Cesar”.
Los informes de gestión del contratista
En las justificaciones de sus actividades, Trillos escribió en el informe que había hecho acompañamiento en reuniones de pedagogía en ese departamento pero esas reuniones no estaban relacionadas con leyes, discusiones legislativas o constitucionales, la gestión administrativa de la Cámara u otras actividades que eran el fondo de su contrato. Sino con la campaña de Mayorca, el tío del representante.
“Apoyo y acompañamiento en reunión en la Cámara de Comercio de Valledupar con líderes del departamento del Cesar, quienes expusieron la problemática frente a las expectativas y retos que el nuevo Gobierno desarrolla en materia legislativa, como inversión y desarrollo de programas de producción agrícola, cuya conclusión fue inversión para recuperación del sector agrícola”, dice el informe de sus actividades.
La mayoría de actividades que el contratista de la Cámara refirió en los cuatro meses en los que estuvo al frente de estas funciones están relacionadas con reuniones en Valledupar, la tierra de Racero y Mayorca. No se explica por qué tantos viajes a esa ciudad y por qué la Cámara estaba focalizada en el ejercicio de supuestos encuentros únicamente con comunidades de la capital del Cesar.
Como lo había revelado La Silla Vacía en su momento, Racero también contrató en la Cámara a dos esposas de sus primos como asesoras en su administración. La fisioterapeuta Esther Paredes contratada por nueve millones de pesos al mes es la esposa de Juan Carlos Márquez Mayorca, primo del representante.
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Y la abogada Ángela María Araujo es esposa de Walter Fidelio Castilla Durán, otro primo más de Racero, fue contratada también en su administración por más de 50 millones de pesos.
Este diario le envió varias preguntas sobre esta historia al representante pero hasta ahora no contestó.
Vea, David Racero y los audios que lo vinculan a precarización laboral y clientelismo: