Con 92 votos a favor, la Plenaria de la Cámara de Representantes aprobó en último debate el proyecto de ley presentado por la Cancillería y el Ministerio de Defensa en agosto de 2024, mediante el cual el país adopta la Convención Internacional contra el Reclutamiento, la Utilización, la Financiación y el Entrenamiento de Mercenarios.
Este tratado internacional fue adoptado por las Naciones Unidas desde 1989. La decisión supone un nuevo paso en la postura del país frente al mercenarismo, práctica que el Gobierno describe como “una forma contemporánea de explotación humana, alimentada por la vulnerabilidad económica, la desinformación y la falta de protección jurídica”.
Tras la aprobación del proyecto de ley, que solo le falta la sanción presidencial, el ministro de Defensa, Pedro Arnúlfo Sánchez, explicó que el primer objetivo de esta norma es impedir que Colombia se convierta en escenario de participación de en combates fuera del país.
Además, señaló que la salida de militares colombianos que se convierten en mercenarios en otros países, genera un impacto en pérdida de talento humano en las Fuerzas Militares.“Los entrenamos aquí, a los 10 años adquieren una capacidad enorme, pero entonces al existir esa oportunidad de ir a combatir en otros lugares, se van y perdemos muchísimo como país para proteger a los colombianos”, dijo el Ministro.
Sánchez advirtió sobre esto: los colombianos que se han ido a luchar en guerras extranjeras. Justamente, explica que el riesgo recae en que ciudadanos colombianos terminen enfrentados entre sí en estos conflictos bélicos: “Vemos por ejemplo en Rusia y Ucrania colombianos enfrentados contra colombianos de diferente bando. No están peleando por una nación, están por dinero”, afirmó.
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