En la noche de este lunes, cuando se cumplió un año de la muerte de Dilan Cruz a manos de un uniformado del Esmad durante las movilizaciones del año pasado, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, salió abucheada del lugar.
Quienes estaban en el sitio recordando el crimen, por el que aún no hay condenas ni sanciones, optaron por rechazar la presencia de la mandataria distrital, y con gritos de “asesina” la obligaron a irse.
Sobre el incidente, López manifestó que la “ira y frustración de muchos jóvenes por el abuso policial y la muerte de jóvenes como Dilan es comprensible”.
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También agradeció a la familia de Cruz, sobre quienes señaló que siempre la han invitado a honrar su memoria “pacíficamente y pedido que no se use oportunistamente su memoria y su dolor para violencia”.
López agregó que durante el día se reunió con la madre y hermanas del manifestante asesinado, “a quienes he apoyado en su justo reclamo de verdad y justicia”, y resaltó que fue al evento de conmemoración por invitación de ellas.
“Dilan no murió, Dilan está aquí, símbolo de lucha de nuestro país”, agregó la mandataria de la capital.