El delegado de paz de las Farc, Jorge Torres Victoria alias “Pablo Catatumbo”, y quien realizó los primeros contactos con emisarios del Gobierno para sacar adelante este proceso de paz afirmó que la guerrilla mantiene el optimismo y lo calificó de traspiés que tiene solución.
“Mantenemos intacto el optimismo. No es la hecatombe. Es solo un traspiés en esta larga lucha de nuestro pueblo por alcanzar la paz definitiva. No es la hora de desfallecer, sino de seguir luchando. La paz vencerá”, afirmó en su cuenta de Twittter.
Del mismo modo, el pasado domingo el máximo líder de las Farc, Rodrigo Londoño, “Timochenko”, afirmó desde La Habana que esa organización mantiene “su voluntad de paz” “y su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro”.
“Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia lamentan profundamente que el poder destructivo de los que siembran odio y rencor haya influido en la opinión de la población colombiana”, dijo “Timochenko” en una primera declaración tras conocerse la victoria del No en el plebiscito sobre el acuerdo de paz en Colombia.
La guerrilla tiene previsto, tras esta primera reflexión, mantener una reunión para “analizar con calma todos los detalles” del resultado de la consulta popular. Del mismo modo, el Gobierno se reúne este lunes a las 10:00 de la mañana con la oposición para replantear una nueva fórmula para renegociar los acuerdos.
“Con el resultado de hoy, sabemos que nuestro reto como movimiento político es todavía más grande y nos requiere más fuertes para construir la paz estable y duradera”, aseveró Timochenko.
Subrayó que las Farc “mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro”.
Y concluyó: “Al pueblo colombiano que sueña con la paz, que cuente con nosotros. La paz triunfará”.
Durante su declaración, el jefe de las Farc estuvo acompañado por todos los miembros de la comisión negociadora que ha representado a la guerrilla colombiana en los diálogos de paz de La Habana durante los casi cuatro años que han durado las conversaciones que culminaron en el acuerdo de paz rubricado el pasado 26 de septiembre.
A lo largo de todo el proceso, los integrantes de la insurgencia han residido en La Habana, capital en la que permanecen hasta la fecha y desde donde siguieron este domingo el desarrollo del plebiscito.
Timochenko, el jefe negociador de las Farc, Luciano Marín alias “Iván Marquez”, y el resto de la delegación de las Farc se mostraron visiblemente decepcionados por el resultado de la consulta, en la que el “No” al acuerdo de paz se impuso por el 50,22 %, con 6.430.170 votos, según datos oficiales casi al 100% del recuento.
Las Farc desoladas en La Habana
Rostros demudados, gestos de incomprensión y un aire general de desolación describen el paisaje que se vio hoy en el mítico Club Habana, donde las Farc esperaban brindar por la paz tras haberla gestado durante cuatro años de duras negociaciones con el Gobierno.
Los guerrilleros, encabezados por su líder, “Timochenko”, habían citado a la prensa para acompañarlos durante el escrutinio de los resultados del plebiscito en el que sus compatriotas votaron hoy sobre el acuerdo de paz alcanzado en agosto y rubricado días atrás.
Llegaron sonrientes, anticipando una victoria del “sí” que habría abierto para ellos las puertas a la vida civil y a la democracia, y cerrado décadas de conflicto armado coronadas por cuatro años de diálogos en Cuba para ponerle fin.
Termos de café, infusiones, bocaditos y una gran pantalla para seguir los resultados de la votación esperaban a la delegación negociadora de las Farc en una sala para fumadores del célebre Club habanero, donde pronto el ambiente se llenó del humo denso y dulzón de los cigarros cubanos.
El jefe negociador de la guerrilla en los diálogos de paz de La Habana, Luciano Marín, alias “Iván Márquez”, confesó su total convencimiento de que el “Sí” lograría “una victoria aplastante”.
Con un ojo puesto en la gran pantalla de plasma que emitía un programa especial sobre el referendo, Márquez afirmó que a él y sus compañeros no les causaba “ninguna nostalgia” no haber podido participar hoy en el plebiscito -debido a que apenas acaban de recibir sus cédulas de identidad tras décadas en la insurgencia-.
Pero el humo de la sala se fue disipando y los puros se fueron apagando, olvidados sobre los ceniceros, a medida que el recuento avanzaba y el “No” se consolidaba como vencedor por un estrecho margen.
Todas las miradas comenzaron a centrarse en Timochenko, quien ataviado con una camisa azul celeste y con rostro inescrutable y concentrado seguía los resultados desde un sillón.
Junto al líder guerrillero, una mesa con tazas vacías de café y un ejemplar de un semanario colombiano en el que se les veía a él y al presidente, Juan Manuel Santos, durante la firma de los acuerdos de paz el pasado lunes en Cartagena de Indias.
Solo seis días después, los semblantes de incredulidad primero y de tristeza después se propagaron por los rostros de los miembros de las Farc que este domingo pensaron que brindarían por la paz en La Habana, la misma ciudad en la que han vivido durante los últimos cuatro años mientras negociaban el acuerdo final de paz con el Gobierno colombiano.
La guerrilla ya había manifestado cierta preocupación por que las lluvias en algunas zonas de Colombia, donde se sienten los coletazos finales del huracán Matthew, hicieran disminuir la participación en la consulta.
Pero los alientos contenidos, las miradas de reojo y el silencio tenso que se fue apoderando de la sala, solo roto por murmullos y el sonido de la televisión, revelaban que las Farc no esperaban ni de lejos este jarro de agua fría.
Cuando lo avanzado del recuento hacía ya imposible que se revirtiera el resultado a favor del “Sí”, una integrante de la delegación de las Farc pidió a la prensa que abandonara la sala, para que el grupo pudiera reunirse a puerta cerrada y perfilar una declaración oficial que nunca habrían querido hacer.
“¡Viva la paz para Colombia!”, gritó el guerrillero alias “Jesús Santrich”, coreado por sus compañeros.
Media hora después, volvieron a abrirse las puertas y Timochenko reafirmó el compromiso de las Farc con la paz y con la palabra como única arma para lograrlo.
Con la noticia de que el presidente Santos enviará mañana mismo a su equipo negociador a La Habana para mantener informada a la guerrilla sobre el resultado del diálogo político que quiere abrir tras el resultado fallido del plebiscito, quedó claro que la capital cubana seguirá, de momento, teniendo un importante papel en el futuro de Colombia.