Hay preocupación en el municipio de La Unión, Oriente antioqueño, por la baja rentabilidad del tomate de árbol en este sector. La situación es tan grave que hasta los mismos productores prefieren regalarlo que venderlo.
Ese es el caso de Edgar Arango, un campesino que le contó a Noticias La Unión Antioquia el calvario que vive con la venta de este alimento, pues en las tiendas y centrales mayoristas le ofrecen muy poco por el alimento.
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Arango tiene una tomatera que heredó de su padre hace cuatro años, y gracias a ese cultivo ha podido sacar adelante a su familia... pero ahora no es tan fácil.
“En este momento está muy duro. Uno no sabe ni pa’ dónde va, pero de todas formas hay que estar viviendo y trabajando”, dijo Arango al medio de comunicación citado.
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Agregó que él conoce las dificultades del sector, pero que también ve las pérdidas en su cosecha y la falta de apoyo por parte del Gobierno: “En este momento no es rentable la siembra del tomate. Vea, el que quiera venir acá por tomate, yo con mucho gusto le regalo porque está muy barato”, aseveró Arango en medio de su bondad y desesperación.
Don Edgar se ha visto en la obligación de vender semillas para subsistir, una tarea extra en la venta del fruto que le permite subsanar un poco las pérdidas.