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No cesan desplazamientos y homicidios en el Bajo Cauca
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Foto: Esteban Vanegas
16 de abril de 2019
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Enfrentamientos por territorios para mantener el control sobre rutas del narcotráfico. Ese sería el motivo de disputa entre el Clan del Golfo y los Caparrapos, en el Bajo Cauca antioqueño. Esto según Giovanny Buitrago Beltrán comandante de la Policía Antioquia.
La lucha entre los dos grupos criminales ha aumentado las cifras de desplazamiento y homicidios en la subregión lo que ha obligado, en lo que va del año, a más de 1.800 personas a dejar sus hogares y buscar refugio en la capital antioqueña, según datos de la Alcaldía de Medellín.
“Se van para Medellín porque allá les pueden prestar sitios de albergue. Muchos de ellos no tienen ningún sitio a donde llegar”, comentó Gladis Rebeca Miguel Vides, alcaldesa de Tarazá quien manifestó que en los últimos tres días han llegado a la cabecera municipal más de 40 personas, provenientes del corregimiento de La Caucana, buscando ayuda para huir de la violencia.
Dos casos de homicidio recientes
En los últimos días fue asesinada Oleiva Mazo Turquía, una mujer que estaba de paseo en la región y fue interceptada junto a su esposo por un grupo armado que le quitó la vida y dejó herido a su compañero.
Mazo era madre de una consejera de la Política Pública de Infancia y Adolescencia de la Alcaldía de Medellín y su homicidio ha sido una de las causas del aumento de los desplazamientos, pues las personas, en su mayoría campesinos, salen de sus casas tratando de no correr la misma suerte.
Otro caso que se presentó en los últimos días fue el de José Ocampo Duque, un joven de 17 años que había desaparecido desde el pasado viernes después de salir de su casa en Envigado con destino hacia el Bajo Cauca.
El menor al parecer se dirigió a la subregión para conocer el negocio de la compra y venta de oro, su familia se opuso al viaje y su preocupación aumentó cuando dejaron de conocer su paradero y no obtenían respuestas de dónde estaba. Su cuerpo fue hallado en el barrio El Prado de Caucasia a orillas del río Cauca.
Piden ayuda
“Estamos rogando auxilio, cese de fuego, cese de desplazamiento. Le pedimos a los grupos armados que por favor hablen con el Gobierno Nacional y Departamental. Queremos la paz de nuestra región”, expresó la alcaldesa de Tarazá.
La funcionario agregó que tuvieron un negro 2018, año en el que en su municipio se presentaron 109 homicidios, 3.000 personas salieron desplazadas, 9 accidentes se presentaron por minas antipersonales, 5 soldados resultaron mutilados por la misma causa y 1.300 estudiantes nunca volvieron a las aulas de clase porque tuvieron que salir con sus familias hacia Medellín.
La alcaldesa destacó que han logrado reducir el número de homicidios, trabajando de la mano de las autoridades. En lo que va corrido del año van 12 casos mientras que en 2018, para esta misma fecha, se habían registrado 43. Aún así señaló que se trata de un problema multidimensional.
“Por ejemplo, en más de 600 millones se nos redujeron los recursos en educación por la baja en el número de estudiantes. Hay escuelas que quedaron con 1 o 2 alumnos y posiblemente nos las puedan cerrar. Eso no es bueno y después va a ser un problema volverlas a abrir”, puntualizó.
El comandante Beltrán afirmó que actualmente trabajan en la zona afectada y su objetivo, y el de las autoridades presentes en la zona, “no es reducir sino erradicar el problema desde su inicio y con sus raíces. Eso implica un compromiso superior y seguramente nos va a requerir un tiempo prudente para poder cumplir con esta meta”, indicó.
En la subregión también hacen presencia otros grupos ilegales como las disidencias de las Farc y el ELN que podrían estar también involucrados en los actos de violencia y desplazamiento.
El día de hoy el ministro de Defensa, Guillermo Botero estará, en el departamento para un consejo de seguridad con el fin conocer de primera mano las acciones que se realizan no sólo en el Bajo Cauca sino también en Urabá y el Valle de Aburrá.
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