Casi 15 meses después de ser capturado en flagrancia, mientras recibía una extorsión, un patrullero de la Policía fue condenado a 64 meses de cárcel.
Los hechos se remiten al 25 de noviembre de 2020. Ese día, Gabriel José Vega Ibarra se disponía a recibir $250.000 producto de una extorsión a un maestro de construcción en el barrio Belén La Gloria, cuando fue capturado por agentes del Gaula de la Policía por el delito de concusión.
Según la investigación adelantada por un fiscal de la Unidad de Delitos contra la Administración Pública, en horas de la mañana del mismo día, el uniformado le había exigido a la víctima la suma de $400.000 para dejarlo terminar unas obras que adelantaba en una vivienda del sector sin el debido permiso de las autoridades urbanísticas.