Se agota tiempo para implosión de edificio Continental y aún no hay fecha definida

Alcaldía de Medellín prometió que sería la tercera semana de noviembre, pero hasta hoy no se conoce contrato con la empresa Atila ni los cronogramas para el desarrollo de esta tarea. Hay incertidumbre.

Desde el pasado 10 de septiembre la unidad Interclub se encuentra deshabitada por orden de la Alcaldía. FOTO camilo suárez

A casi dos meses de la evacuación de la unidad residencial Interclub por la amenaza que representaba su cercanía con el edificio Continental Towers, cerca de 140 familias siguen padeciendo lo que significó dejar de un día para otro sus hogares.

Y aunque muchos pensarían que por su posición social los residentes de Interclub tendrían una situación más cómoda, la verdad –según relatan ellos mismos– es que al igual que otros damnificados también viven un drama.

Una de las habitantes de Interclub es Elisa Sierra, presidenta del consejo de propietarios, quien le indicó a EL COLOMBIANO que ante la evacuación debió retornar al hogar paterno en Rionegro, lo que le ha traído aumentos en su costo de vida pues labora en Medellín.

“Todo este tiempo ha sido de incertidumbre y de una angustia gigante. No sabemos si las cosas durante la demolición van a salir como Atila o la Alcaldía lo están planteando y si vamos a regresar a nuestros hogares. Además, estar en una casa ajena no deja de ser incómodo”, apuntó.

En la misma línea opinó Verónica Gómez, quien terminó viviendo en Laureles y quien dijo ser doblemente afectada, pues como vendedora de automóviles independiente le tocó conseguir parqueaderos en El Poblado para cada uno de los 10 carros del inventario. “Cada parqueadero me vale casi $200.000 mensuales que se suman al pago del arriendo del apartamento donde hoy estamos”, señaló.

Gómez también indicó que pese a que la Alcaldía le dio a ella un acta de damnificada para solicitarle al banco que suspendiera el cobro del crédito hipotecario de Interclub, la entidad no accedió por lo que han tenido que seguir desembolsando el pago.

“Además, por el estrés de todo esto, mi niña –que tiene una condición de déficit de peso– se me enfermó mucho y llegó a perder un kilo y medio más”, agregó.

¿Aún no hay contrato?

Un tercer vecino fue quien dio el dato más preocupante pues –según comentó– tres semanas despúes del plazo que la alcaldía anunció para implosionar Continental Towers, los vecinos de Interclub no han sido notificados de que ya se haya firmado el contrato por los cerca de $5.000 millones que costaría derribar la estructura pese a que parte de la declaratoria de calamidad pública decretada el pasado 9 de septiembre fue para este fin.

“Hasta el 31 de octubre no sabíamos si ya habían firmado el contrato de demolición con Atila. En una reunión reciente le preguntaron a la directora del Dagrd por qué no se había firmado y al parecer ha sido por el cambio de una condición”, agregó el vecino.

El hombre también indicó que en una reciente comisión accidental se les presentó a los propietarios de Interclub un cronograma de actividades que señala que la recolección de escombros se haría hasta el 14 de diciembre. Sin embargo, no hay fechas para nada.

“Nos dicen que ya están hechas las actas de vecindad por Atila, pero eso no es garantía. Lo primero debe ser la firma del contrato”, mencionó.

El asunto sería grave pues varios vecinos –confiando en la promesa hecha por el alcalde– han tramitado sus autoalbergues hasta la tercera semana de noviembre. Además, desde la alcaldía se habría indicado que no se tramitarían más auxilios de arrendamiento para el próximo mes, pues la demolición se haría “muy pronto”. Por ello, sino hay implosión quedarían sin techo.

“Pacto de confidencialidad”

EL COLOMBIANO revisó las plataformas de contratación pública en busca del contrato y sin embargo no lo halló. Solo aparecen los del estudio sobre el estado de Continental y el de las tareas de su estabilización, ambos sumaron cerca de $260 millones.

Consultado sobre el tema del contrato, el ingeniero Hernán Velasco de la firma Demoliciones Atila Implosión indicó que toda la información referente a la implosión de Continental está cobijada por un “pacto de confidencialidad” y remitió el tema al Dagrd.

De igual forma se le extendió la misma consulta a la Alcaldía de Medellín a través del Dagrd, sin embargo hasta el cierre de la edición no se había obtenido respuesta.

Por ahora, los vecinos de Interclub centran su confianza del retorno a sus casas en las promesas del alcalde, porque como bien dijo Gómez: “Uno no quiere entrar a su casa de a poquito por cosas. Uno quiere entrar en ella pero para quedarse del todo”.