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Sin fecha para la reparación del salón del Nunca Más: está en riesgo de perderse
Dos años tardaron las autoridades para avalar obras de reparación, en las que se invertirán $1.500 millones.
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Las paredes del salón del Nunca Más en Granada sufren por la antigüedad y las humedades que tienen tan deteriorada la estructura. Por eso urge su restauración. FOTO Carlos Velásquez
05 de noviembre de 2022
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Una de las imágenes más poderosas que hay en el salón del Nunca Más del municipio de Granada –espacio erigido por las víctimas del conflicto de este municipio del Oriente– es la que muestra un río de gente que ante la destrucción de su pueblo en una toma armada carga en sus manos ladrillos y en sus miradas la convicción de reconstruir. Por ironías de la vida, la foto está ubicada en una derruida y descascarada pared de este espacio en la que ya se ve el bahareque del muro.
De acuerdo con Gloria Quintero, miembro de la Asociación de Víctimas Asovida, y una de las custodias del espacio, este surgió en 2009 como un proceso de memoria del conflicto que padeció Granada y el cual fue construido por y para las víctimas para lograr transformar Granada desde la paz y la reconciliación.
“Es un espacio muy valioso para la comunidad porque estimula el encuentro, la conversación. Acá se permite expresar las emociones y realizar un proceso de dignificación donde se rescata el valor de la vida. Acá compartimos con nuestros seres queridos que no han aparecido y les escribimos nuestros pensamientos en las bitácoras”, apuntó.
Memorias en riesgo
El salón se ubica en el primer piso de la vieja casona en la que también se halla la casa de la cultura local, la cual ha sufrido el rigor del tiempo y de la falta de mantenimiento, sobre todo en esta cruda ola invernal. Por ello, desde que abrió el salón los problemas de infraestructura han sido la constante y han hecho que desde 2018 se alerte para su conservación pues el descuido ya dañó 294 bitácoras.
“Los techos están deteriorados, hay algunas tejas quebradas y los bajantes están tapados. Por eso el agua cae por paredes y muros y ya nos dañó algunas bitácoras. Si esos escritos sobre nuestros seres queridos se pierden, no hay cómo recuperarlos dejándonos sin la historia de nuestros familiares. Nosotros hacemos lo que podemos pero no damos para más”, apuntó Gloria Ramírez, coordinadora del salón del Nunca Más.
Frente al papel de la Alcaldía en el tema, ambas señalaron que este se remite a ceder el espacio en la figura de comodato y al pago de los servicios públicos, hecho que agradecen pero que admiten no llega a las mejoras del espacio en el que se siente un intenso olor a humedad y en el que muchas paredes están descascaradas.
“Se supone que con el Acuerdo de Paz los gobiernos local, regional y nacional deberían velar por el espacio. Es su responsabilidad y obligación. Pero parece que solo hay indiferencia, porque en la mayoría de casos no se sienten identificados con procesos de memoria”, se quejó Quintero.
El 10 de septiembre, el entonces secretario Seres de Seguridad Humana y Gobierno, Luis Fernando Suárez, y varios secretarios, recorrieron la estructura para conocer su estado. La visita derivó en el compromiso del gobierno departamental y de la alcaldía de Freddy Castaño para establecer un plan de salvamento.
“El acuerdo con la alcaldía es para restaurar parte de la casa de la cultura y el salón. Pero ese día no dijeron ni cuándo ni cómo lo harían. Fueron dos años y un mes y 10 días sin respuestas concretas de la Gobernación o la Alcaldía”, apuntaron ellas.
Desde la Alcaldía de Granada señalaron que ayer se estaba firmando el convenio que da inicio a los procesos de pliegos y prepliegos para el proyecto. La licitación puede durar dos meses y las obras, otros nueve, aunque no se mencionaron fechas para el inicio de las mismas.
Motivo de las demoras
Ante la incertidumbre de la urgente restauración, el 12 de octubre Asovida llamó la atención en redes sociales y a través de Hacemos Memoria. Por ello, el pasado 20 de octubre la Gobernación fue a llevar un cheque simbólico por $1.500 millones para dichas tareas. Esta vez fue el gobernador Aníbal Gaviria acompañado por el mismo Suárez, quien casualmente hacía su último acto público como funcionario antes de su renuncia para aspirar a la Gobernación.
Dejando de un lado la neutralidad política que tiene el salón y que este fue concebido por las víctimas, Gaviria dedicó parte de su discurso a recalcar que fue él quien en su primer período como gobernador hizo la inversión de $300 millones para la adquisición de la casa de la cultura donde hoy está el salón.
“Esto nos lleva a que hoy estemos aquí diciendo lo que estamos diciendo, y haciendo lo que estamos haciendo, porque sino no habría sido posible el salón”, dijo Gaviria.
Consultada sobre el tema, la Alcaldía expresó que la firma del convenio para la realización de los prepliegos y pliegos definitivos para la remodelación, que incluirá reemplazo de pisos, resanes de la mampostería y de los muros con humedades, así como la parte eléctrica, se firmaron apenas ayer. El proceso de licitación podrá durar hasta dos meses y las obras otros nueve. Pero no hubo claridad sobre la fecha de arranque.
Frente al tema del porqué les tomó dos años llegar a ese punto indicaron que la documentación apenas se entregó a mediados de 2022 porque “se realizaron unos estudios y diseños globales de toda la infraestructura, y luego se realizó un estudio y diseño para la primera etapa debido a la limitación de los recursos”.
El Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia indicó que al momento “el proyecto se encuentra en la etapa precontractual para proceder con la ejecución mediante un convenio interadministrativo con el municipio”.
Frente al tema de las fechas exactas para el inicio de las mismas, la entidad indicó que los cronogramas serán definidos entre la Gobernación, el municipio y el contratista ejecutor de las obras (que no se mencionó), lo que tampoco arroja ninguna certeza sobre cuándo arrancarán. Por ahora, el salón del Nunca Más sigue abriendo de forma intermitente para atender a los interesados en conocer esta parte de la historia del municipio.
En esos momentos los colegiales granadinos aprovechan para entrar a “saludar” a ese familiar que el conflicto no los dejó conocer.
Tampoco falta la madre, que le reclama a los miembros de Asovida, porque cuando tiene ganas de “charlar” con la foto de su allegado desaparecido, encuentra la puerta del salón cerrada
Una de las imágenes más poderosas que hay en el salón del Nunca Más del municipio de Granada –espacio erigido por las víctimas del conflicto de este municipio del Oriente– es la que muestra un río de gente que ante la destrucción de su pueblo en una toma armada carga en sus manos ladrillos y en sus miradas la convicción de reconstruir. Por ironías de la vida, la foto está ubicada en una derruida y descascarada pared de este espacio en la que ya se ve el bahareque del muro.
De acuerdo con Gloria Quintero, miembro de la Asociación de Víctimas Asovida, y una de las custodias del espacio, este surgió en 2009 como un proceso de memoria del conflicto que padeció Granada y el cual fue construido por y para las víctimas para lograr transformar Granada desde la paz y la reconciliación.
“Es un espacio muy valioso para la comunidad porque estimula el encuentro, la conversación. Acá se permite expresar las emociones y realizar un proceso de dignificación donde se rescata el valor de la vida. Acá compartimos con nuestros seres queridos que no han aparecido y les escribimos nuestros pensamientos en las bitácoras”, apuntó.
Memorias en riesgo
El salón se ubica en el primer piso de la vieja casona en la que también se halla la casa de la cultura local, la cual ha sufrido el rigor del tiempo y de la falta de mantenimiento, sobre todo en esta cruda ola invernal. Por ello, desde que abrió el salón los problemas de infraestructura han sido la constante y han hecho que desde 2018 se alerte para su conservación pues el descuido ya dañó 294 bitácoras.
“Los techos están deteriorados, hay algunas tejas quebradas y los bajantes están tapados. Por eso el agua cae por paredes y muros y ya nos dañó algunas bitácoras. Si esos escritos sobre nuestros seres queridos se pierden, no hay cómo recuperarlos dejándonos sin la historia de nuestros familiares. Nosotros hacemos lo que podemos pero no damos para más”, apuntó Gloria Ramírez, coordinadora del salón del Nunca Más.
Frente al papel de la Alcaldía en el tema, ambas señalaron que este se remite a ceder el espacio en la figura de comodato y al pago de los servicios públicos, hecho que agradecen pero que admiten no llega a las mejoras del espacio en el que se siente un intenso olor a humedad y en el que muchas paredes están descascaradas.
“Se supone que con el Acuerdo de Paz los gobiernos local, regional y nacional deberían velar por el espacio. Es su responsabilidad y obligación. Pero parece que solo hay indiferencia, porque en la mayoría de casos no se sienten identificados con procesos de memoria”, se quejó Quintero.
El 10 de septiembre, el entonces secretario Seres de Seguridad Humana y Gobierno, Luis Fernando Suárez, y varios secretarios, recorrieron la estructura para conocer su estado. La visita derivó en el compromiso del gobierno departamental y de la alcaldía de Freddy Castaño para establecer un plan de salvamento.
“El acuerdo con la alcaldía es para restaurar parte de la casa de la cultura y el salón. Pero ese día no dijeron ni cuándo ni cómo lo harían. Fueron dos años y un mes y 10 días sin respuestas concretas de la Gobernación o la Alcaldía”, apuntaron ellas.
Desde la Alcaldía de Granada señalaron que ayer se estaba firmando el convenio que da inicio a los procesos de pliegos y prepliegos para el proyecto. La licitación puede durar dos meses y las obras, otros nueve, aunque no se mencionaron fechas para el inicio de las mismas.
Motivo de las demoras
Ante la incertidumbre de la urgente restauración, el 12 de octubre Asovida llamó la atención en redes sociales y a través de Hacemos Memoria. Por ello, el pasado 20 de octubre la Gobernación fue a llevar un cheque simbólico por $1.500 millones para dichas tareas. Esta vez fue el gobernador Aníbal Gaviria acompañado por el mismo Suárez, quien casualmente hacía su último acto público como funcionario antes de su renuncia para aspirar a la Gobernación.
Dejando de un lado la neutralidad política que tiene el salón y que este fue concebido por las víctimas, Gaviria dedicó parte de su discurso a recalcar que fue él quien en su primer período como gobernador hizo la inversión de $300 millones para la adquisición de la casa de la cultura donde hoy está el salón.
“Esto nos lleva a que hoy estemos aquí diciendo lo que estamos diciendo, y haciendo lo que estamos haciendo, porque sino no habría sido posible el salón”, dijo Gaviria.
Consultada sobre el tema, la Alcaldía expresó que la firma del convenio para la realización de los prepliegos y pliegos definitivos para la remodelación, que incluirá reemplazo de pisos, resanes de la mampostería y de los muros con humedades, así como la parte eléctrica, se firmaron apenas ayer. El proceso de licitación podrá durar hasta dos meses y las obras otros nueve. Pero no hubo claridad sobre la fecha de arranque.
Frente al tema del porqué les tomó dos años llegar a ese punto indicaron que la documentación apenas se entregó a mediados de 2022 porque “se realizaron unos estudios y diseños globales de toda la infraestructura, y luego se realizó un estudio y diseño para la primera etapa debido a la limitación de los recursos”.
El Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia indicó que al momento “el proyecto se encuentra en la etapa precontractual para proceder con la ejecución mediante un convenio interadministrativo con el municipio”.
Frente al tema de las fechas exactas para el inicio de las mismas, la entidad indicó que los cronogramas serán definidos entre la Gobernación, el municipio y el contratista ejecutor de las obras (que no se mencionó), lo que tampoco arroja ninguna certeza sobre cuándo arrancarán. Por ahora, el salón del Nunca Más sigue abriendo de forma intermitente para atender a los interesados en conocer esta parte de la historia del municipio.
En esos momentos los colegiales granadinos aprovechan para entrar a “saludar” a ese familiar que el conflicto no los dejó conocer.
Tampoco falta la madre, que le reclama a los miembros de Asovida, porque cuando tiene ganas de “charlar” con la foto de su allegado desaparecido, encuentra la puerta del salón cerrada
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