Con las cartas de renuncia de los 23 secretarios de despacho, en su escritorio, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez se tomará una semana más para analizar quién continúa o no en la administración municipal.
Si bien para el mandatario su gabinete ha trabajado arduamente por la ciudad, expertos creen que la solicitud de dimisión protocolaria, que desde el pasado 19 de diciembre le hizo a todos sus funcionarios de primer nivel, representa movimientos en la estructura.
“Es lo normal en cualquier equipo (solicitar la renuncia) y nosotros tenemos un buen grupo. Me tomo esta semana para evaluar y la entrante diremos cómo sigue conformado el equipo, pero aquí todos estamos trabajando al 100 por ciento, no hemos parado (...), pero se pueden dar unos ajustes para responder mejor a diferentes temas de gobierno en la ciudad”, dijo Gutiérrez.
Durante el primer año de gobierno municipal, ha habido constancia en el gabinete, a excepción de la dirección de Planeación, de la cual salió el abogado, Felipe Vélez quien fue remplazado por el ingeniero, César Hernández, que dejó la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU). Vélez asumió la gerencia del proyecto tranvía de la 80.
También de la jefatura de prensa de la Alcaldía salió Paula Bustamante y llegó el periodista, Jorge Iván González.
Los cambios que vendrían
Las renuncias protocolarias de un gabinete, solicitadas por un gobernante, son habituales en una estructura. No obstante, expertos consultados por EL COLOMBIANO advirtieron que cada mandatario es libre de solicitarlas, y cuando está a gusto con el desempeño de sus funcionarios, ni siquiera las exige.
Para Jaime Carrión, profesor de Política en la Universidad Nacional de Colombia, esas renuncias protocolarias, a pesar de ser un elemento de cortesía que tienen los subordinados con el Alcalde, le entrega la posibilidad al mandatario de modificar el gabinete.
“Lo deseable es que una persona que está en un cargo de dirección permanezca durante los cuatro años, pues esa continuidad le da garantía de cumplimiento al Plan de Desarrollo”, apuntó.
Según Carrión, la tendencia en los últimos años en Medellín ha sido el cambio de secretarios de Gobierno, incluso, anotó el académico, hubo administraciones hasta con cinco jefes de ese despacho.
“La Secretaría de Seguridad, por razón del comportamiento que han tenido algunos delitos de alto impacto, sobre todo el hurto y los homicidios, es una de las que motiva algún tipo de ajuste, no necesariamente en el secretario Gustavo Villegas, puede ser que los cambios estén en otros niveles como las subsecretarías”, agregó.
Carrión, a su vez, indicó que otra Secretaría de la que el Alcalde podría estar analizando su desempeño es la de Inclusión Social. “De esta, la Administración esperaba mayor contundencia, especialmente en el trabajo con habitantes de calle y población vulnerable, como niños víctimas de explotación sexual.”
Olmer Muñoz, docente de la Universidad Pontificia Bolivariana, coincidió con Carrión en que la Secretaría que va a modificarse será la de Seguridad, que “en el marco de las encuestas tiene mayor desfavorabilidad y es un tema que fue centro de la campaña del Alcalde”.
Según Muñoz, Gutiérrez se verá forzado a cambiar otras secretarías como movilidad y a plantear movimientos en transporte, temas en los que la ciudad tiene retos.
“Lo que viene para el Alcalde es darle mayor sentido de gobernabilidad, porque a pesar de los esfuerzos necesita generar un clima de gobernabilidad constante y ahí el reto es la seguridad”, aseveró.
Al respecto, Gutiérrez aseguró seguir confiando en su equipo, pero dejó la puerta abierta a los relevos y concluyó: “así como puede que haya cambios, puede que sigamos con el equipo como va”.