Un total de 163 riñas atendieron las autoridades en el Aburrá durante las celebraciones por el título de la Copa Libertadores de América logrado por el Atlético Nacional. Las peleas, muchas de ellas con licor de por medio, fueron lunares en un festejo en que predominaron el buen comportamiento y la alegría.
En Policlínica fueron atendidos tres pacientes quemados con pólvora, de 30, 15 y 40 años. El primero sufrió amputación de tres dedos y el segundo, de uno. Al servicio de urgencias trasladaron también a un hombre herido con arma blanca en el cuello, que falleció. Otros 21 pacientes presentaban heridas asociadas a riñas, informó el Hospital San Vicente Fundación.
En la estación Estadio del Metro, poco después de que terminara la celebración en las tribunas, se presentaron enfrentamientos entre hinchas que obligaron a la intervención de uniformados del Esmad de la Policía.
En los hechos no hubo capturas, aunque la Policía señaló que una oficial resultó herida en un brazo con alguno de los objetos que se lanzaban los aficionados en la carrera 70. El Esmad lanzó gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento para dispersar a la multitud. La estación estuvo cerrada por unos 10 minutos.
“La alegría y los excesos llevan a veces a desmanes de los hinchas”, reconoció el comandante de la Policía Metropolitana, el general José Gerardo Acevedo.
El miércoles se reportaron tres casos de homicidio en la ciudad, dos de ellos antes del partido. En Calasanz murió un presunto asaltante en intercambio de disparos con un agente de policía. En el sector de San Javier fue asesinado un trabajador en hechos por los cuales se señala a un menor de edad como responsable. En Moravia, una disputa entre dos conocidos llevó a una pelea en la que perdió la vida uno de ellos. Su deceso se registró en Policlínica donde fue trasladado en busca de ayuda.
Sobre este caso, en la celebración de los aficionados de Nacional, el general Acevedo aseguró que la pelea fue motivado por resentimientos entre los involucrados, no relacionados con el fútbol.
“Destaco que hubo muy buen comportamiento. Cada vez entendemos más que el fútbol es para unirnos y no para dividirnos. Y que todos esos hechos puntuales fueron atendidos por la fuerza pública con toda la diligencia”, señaló el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.