Las deportaciones de migrantes desde Panamá hacia Necoclí por el Tapón del Darién está generando polémicas porque este retorno se está haciendo en barcos de carga y en condiciones salubres indignas, por lo que se está haciendo la petición al gobierno panameño de que cambie las condiciones para regresar a estas personas.
Así lo manifestó Nilson Moreno, personero de Necoclí, quien expresó que “los migrantes que llegan a Necoclí están denunciando que los transportan en barcos de carga de una manera inhumana, violando los derechos a un retorno con calidad humana“.
Una de las principales solicitudes que se hace al gobierno de Panamá es que se puedan implementar medios de transporte que permita regresar a los migrantes en condiciones que no comprometa su integridad, para así evitar una problemática de salud pública por el posible contagio de enfermedades.
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“Este modo de transporte podría traer como consecuencia problemas de salud a los migrantes, impactando de manera negativa en el municipio de Necoclí”, señaló el jefe del Ministerio Público de este municipio del Urabá antioqueño, quien aseguró además que el flujo de personas deportadas desde Panamá va en aumento diariamente, sin aventurarse a dar una cifra.
Esta situación se presenta en medio de la crisis migratoria que se viene presentando desde finales del año pasado, luego de que Panamá restringiera sus medidas para el ingreso de los migrantes y su inmediata deportación de vuelta para Colombia, todo como parte de un acuerdo con Estados Unidos para controlar los flujos migratorios de personas que cruzan el Darién para llegar al país norteamericano.
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Las deportaciones desde Panamá se hacen por vía aérea y por la marítima, siendo esta última la manzana de la discordia, de acuerdo con las denuncias del personero de Necoclí, ya que están volviendo a llegar decenas de personas de Sudamérica, Asia y África, principalmente, que no pudieron llegar a cumplir su sueño americano.
Tan solo por vía aérea, a finales de enero, se deportaron a 1.881 migrantes en 47 vuelos desde Panamá. De estos, 29 llegaron a Colombia con 1.065 colombianos, mientras que a Ecuador aterrizaron 12 con 397 deportados. La cifra con los devueltos en estos barcos puede ser hasta de 10 veces más de la cantidad total de los que regresaron por aire.
Eso se produce en medio de un proceso en el cual se estaría presentando, además, una migración inversa, es decir, aquellos que se están devolviendo de Estados Unidos por las políticas del presidente Donald Trump hacia sus países de origen, haciendo que muchos de ellos estén cruzando el Darién en sentido hacia Necoclí y de ahí regresar a Medellín para empezar el camino a sus países de origen.