A 10 minutos del aeropuerto José María Córdova consiguieron un lote de casi una hectárea por un precio irrisorio. ¿Gangazo?, ¿irregularidad? Esta es la historia.
Cuando Carlos Andrés Trujillo estudiaba Contaduría en la Universidad Autónoma de Colombia conoció a Patricia Ramírez Duque, quien luego se convertiría en su esposa hasta el sol de hoy.
Al buscar en bases de datos se encuentra que la pareja tiene varias propiedades: una casa en Itagüí, un lote en Llanogrande y un apartamento en Bogotá. Por lo menos dos de ellas despiertan suspicacia.
En el caso del predio de Llanogrande, hay una inconsistencia protuberante: Patricia Ramírez, la esposa de Trujillo, compró con un señor de nombre John Jaime Franco Macías un terreno de 8.800 metros cuadrados por 160 millones de pesos.
Un precio que difícilmente corresponde a la realidad, pues –según expertos en ventas en la zona– para la fecha de la compra, el 2017, un predio como ese podía costar mínimo 1.500 millones de pesos. Y ahora puede costar 6.000 millones o más.
El registro de una propiedad por un menor valor al de la compra real es una práctica cuestionada con la que el nuevo propietario busca pagar menos impuestos de los que le corresponden. Además, facilita que el verdadero acuerdo comercial pueda ser realizado en efectivo, llevando a un menor pago en la declaración de renta de la DIAN. Y, en últimas, habrá a quienes les sirva para ocultar ganancias no santas.
La compra, según la escritura pública y la matrícula inmobiliaria, Patricia la hizo un año antes de que Trujillo fuera elegido senador y un año después de haber sido alcalde de Itagüí. Consultado sobre el tema, el senador Trujillo le dijo a EL COLOMBIANO: “Mi esposa adquirió solo del 50% de dicho lote rural a comienzos del año 2017, sin construcción alguna como en la actualidad permanece. La valorización depende de catastro municipal y, si el valor comercial actual es diferente, obedece a circunstancias ajenas a nuestra voluntad”.
Cabe recordar que el gobierno del presidente Gustavo Petro –coalición de la que hace parte el senador Trujillo– se encuentra en la implementación del catastro multipropósito, con el fin de que se tenga un conocimiento real de la situación de los predios y de sus tenedores. Este predio, además, tiene otro pereque: la esposa del hoy senador se lo compró a la Asociación Agropecuaria La Milagrosa, una firma fundada en 2005 y embargada en julio de 2022. Su accionista mayoritario fue propietario de Torrealta, una hacienda con un historial truculento relacionado con actividades ilegales.
La otra propiedad de los Trujillo que amerita lupa es una casa ubicada en Itagüí que compraron cuando Carlos Andrés llevaba 6 meses como alcalde de Itagüí. La compraron por $75 millones más una permuta, en un sector exclusivo del municipio.
Se las vendió Pablo Alexánder Peláez Rodríguez, quien fue acusado en 2017 de presuntamente estafar a 22 familias de Bello. Según la denuncia, luego de consignar 145 millones, no habían recibido la promesa de compraventa de la Inmobiliaria Abinorte.
Patricia Ramírez ocupa hoy uno de los 18 puestos del directorio nacional Conservador, lugar que logró justo cuando su esposo se convirtió en presidente del Partido. Su profesión es contadora y trabajó en la Unidad de Trabajo Legislativo de la exrepresentante a la Cámara por Antioquia, Nidia Osorio Salgado en 2019, con un sueldo cercano a los $12 millones
Las dos empresas de Trujillo
El senador Carlos Andrés Trujillo y su esposa Patricia Ramírez Duque tienen dos empresas a su nombre, una se llama Inversiones Ana 2014, la crearon en 2015 con $200 millones y hoy reporta activos por más de $1.500 millones.
La otra empresa es Ecoser Group SAS, la cual crearon en junio de 2016 con $250 millones de pesos en acciones y hoy registra activos por más de $500 millones pesos.
En el caso de inversiones Ana, que figura como de “actividades inmobiliarias”, llama la atención que pasó de tener $280 millones en activos en 2019 a $1.400 millones en 2020, es decir, mientras Trujillo realizaba sesiones virtuales del Congreso, los activos de su empresa se multiplicaban por cinco.
¿Cómo hace un funcionario público para que su empresa familiar incremente sus activos de 280 millones de pesos a más de 1.400 millones en un año, sobre todo si el sector inmobiliario fue uno de los más afectados durante la pandemia? El senador responde que trasladaron su casa y “los ingresos acumulados de toda una vida laboral” a esa empresa. Y explica, además, que la casa la compraron con “créditos bancarios”.
