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Hace tres años, a finales de 2017, la Alcaldía de Medellín anunció que a la ciudad llegarían 100 cepos para controlar el mal parqueo. Los cepos son unos aparaticos amarillos y metálicos que, como pinzas, se aferran a los rines de los carros y no permiten su movilización. “Es una sanción social efectiva, que la gente nos reclama”, dice Carlos Marín, subsecretario de Movilidad de Medellín. Sin embargo, a casi tres años de su operación, expertos consideran que su uso ha sido ineficiente y limitado.
Una de las voces críticas al respecto es la de Iván Sarmiento, profesor de la Universidad Nacional y experto en movilidad. Expresa que los cepos sirven como una sanción moral a los conductores mal estacionados, pero su eficacia es poca. “Son ineficientes en el despeje de la vía. Solo que son más económicos que la grúa. Por eso no se puede basar toda la política sancionatoria en ellos. Los veo más como un elemento que mete miedo a los infractores”, expresa el profesor.
Una de las críticas de Sarmiento es que mientras se instala el dispositivo, llega el conductor y llama al tránsito para que le desbloquee el vehículo, puede pasar mucho tiempo, lo que podría entorpecer la movilidad. Con eso está de acuerdo Fabio Nelson Giraldo, experto en seguridad vial, quien además considera que los cepos son una buena medida de sanción social, pero su uso no ha sido eficiente en el último año. “No volví a ver los cepos. ¿Los tienen guardados? La Secretaría de Movilidad no explica públicamente qué pasa con ellos, cómo se están utilizando. Serían muy efectivos si se utilizaran en vías arterias como Las Vegas”, critica Giraldo.
Luis Carlos Díaz, experto en movilidad, expresa la misma duda de Giraldo: “Es un mecanismo interesante de control, que se convierte en un disuasivo atemorizante. Pero me parece que su uso es muy esporádico. Recorro la ciudad todo el tiempo y no los veo. La secretaría de Movilidad debe explicar si es que no está de acuerdo con esa política que fue de la administración anterior”.
En defensa de la política de la administración, Marín, el subsecretario de Movilidad, responde que los cepos son eficientes para controlar el estacionamiento indebido en puntos críticos de la ciudad como La Candelaria, Laureles y El Poblado. Añade que en 2020 (con corte al 19 de diciembre) se impusieron 24.894 comparendos por mal parqueo en Medellín, de los cuales 2.837 fueron con instalación de cepo (ver gráfico). “Esta administración impulsa esta medida, pero es muy importante recordar que no es la única acción contra el mal estacionamiento. También estamos haciendo campañas de educación. Así como hacemos un llamado por el respeto de la vida, también buscamos que se respete el espacio público. Es un asunto de corresponsabilidad entre la ciudadanía y las autoridades”, precisa el subsecretario.
En cuanto a la crítica del experto Sarmiento, según la cual la instalación de los aparatos es demorada e ineficiente, el funcionario responde que no es así.
Lo explica de la siguiente manera: “Un equipo de agentes sale a hacer las inmovilizaciones. Recorre toda una zona poniendo los cepos y las calcomanías, donde está el número para el desbloqueo. Cuando los conductores llaman, los agentes aún están en la zona, por lo que se hace ágil el procedimiento y no se interrumpe la movilidad”.
El exsecretario explica que los cepos fueron utilizados hasta el final de su administración. En cuanto a la cantidad, Iglesias dice que era una medida novedosa y, después de haberlos “testeado”, sería importante traer más. “Hasta que evaluamos, valía la pena tener más cepos, pues es una medida complementaria que ayuda contra el mal parqueo”, precisa Iglesias.
Marín, desde la administración actual, concluye que 100 son suficientes y que por ahora no se ha considerado comprar más